Alejandro Castro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) busca que se replique en otros sitios del país el modelo de turismo sustentable o de bajo impacto que se ha seguido en el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel y la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.

El Marco Estratégico de Turismo Sustentable en Áreas Naturales Protegidas de México, presentado por la Conanp en septiembre pasado, presenta a estos dos puntos en Quintana Roo como parte de las cuatro áreas a nivel nacional con las mejores estrategias de protección a los ecosistemas.

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En el caso de Cozumel, resalta la capacitación a prestadores de servicios para el manejo del turismo en arrecifes, pues refiere que en 20 años se ha capacitado a más de tres mil 100 touroperadores.

Incluso, refiere, los empresarios han adoptado ese programa de capacitación y contratan únicamente a personas que cuentan con la certificación expedida por la Conanp, que se obtiene a través de cursos, éstos tienen un costo de recuperación que se administra por los propios impartidores, lo que garantiza sostenibilidad financiera para seguirlos llevando a cabo.

En la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an destaca el impulso al turismo sustentable como beneficio para las comunidades.

Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de la asociación Amigos de Sian Ka’an, impulsora de este proyecto, indicó que poco más de 20 años esta organización comenzó a operar viajes turísticos en la laguna de Muyil y en la zona de Punta Allen.

El dinero obtenido era gestionado por la ONG para la preservación de la zona, pero tiempo después fue cedido por completo a las comunidades, quienes implementaron las cooperativas turísticas que actualmente operan.

El director indicó que, al principio, se tenía un control de visitantes de únicamente dos lanchas con 18 pasajeros a bordo cada una. Debido al éxito de la zona como producto turístico, actualmente tanto Muyil como Punta Allen reciben alrededor de 40 mil visitantes anuales, es decir, alrededor de 109 visitantes diarios.

Sin embargo, consideró, este número de turistas ya es el límite que la zona debe recibir, a fin de que esta actividad no tenga impactos negativos en el ecosistema local.