A seis meses de la destitución de Deyanira J, líder del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Cozumel, no se ha determinado si tiene o no responsabilidad en el manejo del dinero de ese gremio.

De acuerdo con información proporcionada por Exaltación Chi Santos, actual secretario general de los sindicalizados del gobierno municipal, existe una denuncia en contra de la ex dirigente, misma que fue interpuesta en el mes de enero de este año.

Cuestionado sobre la cantidad que presuntamente hubiera mal versado Deyanira J, cayó en una contradicción al responder que se desconoce el monto, puesto que aún está en proceso una auditoría.

Al insistirle sobre el presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por abuso de confianza y desvió de dinero, sin conocer si existe o no un daño a las arcas del sindicato y el impacto financiero en este, el sindicalista insistió en que todo lleva un proceso y toma tiempo.

Exaltación Chi fue consultado sobre el proceso en contra de su predecesora en el cargo al frente de sus 353 trabajadores sindicalizados al término del evento de entrega de becas y apoyo escolar anual para 542 hijos de trabajadores sindicalizados al servicio del Ayuntamiento de Cozumel, desde nivel preescolar hasta universidad por un monto de casi medio millón de pesos para este año.

Estas subvenciones, explicó Chi Santos, corresponden al apoyo escolar anual y las becas correspondientes a los bimestres septiembre-octubre y noviembre-diciembre del ciclo escolar 2023-2024.

Sobre el tema de la malversación de fondos del sindicato, Exaltación Chi fue confrontado con la posibilidad de que el supuesto delito del que se acusa a Deyanira J tenga prescripción y que a seis meses de su salida no se conozca el monto del daño patrimonial, afirmó que todavía hay tiempo, de acuerdo con lo que le informan sus abogados.

A pregunta directa de si la acusación, cuyo número de carpeta de investigación no proporcionó, es contra una sola o varias personas, respondió que es contra quien resulte responsable.

El conflicto interno de este sindicato data de septiembre de 2021, cuando los enfrentamientos pasa ron de las discusiones a los insultos y de ahí saltaron a las agresiones físicas en contra de la que fuera la primera mujer en dirigir el sindicato, quien fue desconocida por un grupo disidente que tomó sus instalaciones.

Esto obligó a Deyanira J a instalar una mesa en los pasillos del Palacio Municipal desde donde despachaba, pero hasta allá la siguieron las agresiones físicas.

A mediados del mes de abril de 2023 fue acusada de iniciar procesos de sindicalización a trabajadores de confianza presuntamente a cambio de 30 mil pesos por plaza, algo que la disidencia nunca comprobó.