Las altas temperaturas que se han registrado durante la temporada han causado que varias especies, como las abejas, hayan sido seriamente afectadas.

Los insectos polinizadores, en este caso las abejas meliponas de la región, son de vital importancia para la vida humana, pues se encargan de hacer que flores y frutos que consumimos, crezcan y maduren, por lo que la relación que tenemos con ellos es necesaria para la supervivencia.

La bióloga Marisela Flores Hernández, encargada de educación ambiental informal de la Secretaria de Medio Ambiente (Sema), explicó que el 80% de los alimentos frutales que consumimos, es gracias a los polinizadores, que dispersan las semillas y polinizan árboles y plantas en general, como flores y especies nativas de la región. 

Dentro de los productos que esta abeja produce se encuentran la miel, polen, cera, propóleo, además de su valioso servicio como polinizadoras. 

Una colmena de melipona produce litro y medio de miel al año, su proceso de producción es más tardado, en comparación con las abejas europeas, que producen hasta 30 litros de miel en un año. 

Reconoció que por desgracia, la abeja melipona está en peligro de extinción, debido al crecimiento urbano y la tala de árboles, lo cual sería catastrófico para los humanos, pues de ellas depende mucho la alimentación humana.

Además, el intenso calor que se ha registrado en Quintana Roo, está dando como resultado que las abejas y otras especies mueran por falta de agua. 

En redes sociales, se  publicaron  en los últimos  meses, fotografías, de tucanes y otras especies que han perecido por la falta de comida y agua, y eso también se está produciendo en las abejas, por lo que es recomendable ayudarlas.

"Ellas necesitan agua, para poder seguir su trabajo, y para llevar a las larvas, y en el caso de las aves,  también pasan una situación difícil por la sequía que se está registrando, y necesitan del vital liquido" 

Recomendó dejar recipientes con agua en árboles, o fuera de las ventanas, incluso con miel o manzana rallada, con el fin de que abejas y aves, puedan ingerirlos, y retomar fuerzas con el azúcar.