En Quintana Roo cada vez son más los menores de edad que son arrestados por hechos delictivos. Sin embargo, la mayoría de ellos son liberados casi de inmediato.

El diagnóstico “Infancia y adolescencia delictiva” detalla que en el 2006 las autoridades, principalmente la policía municipal, detenía en promedio a un adolescente infractor cada cinco días en el Estado, sobre todo por faltas administrativas.

Para el 2014, la cifra era dos cada tres días, por delitos del fuero común; mientras que 2022 diariamente fueron arrestados tres adolescentes.

A pesar de esta cantidad cada vez mayor de detenciones, solo 72 menores de edad se encuentran recluidos en alguno de los centros tutelares de menores en el estado.

El reporte señala que debido al Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, aunque estos “niños” le fue encontrado droga o armas de fuego, e incluso hubo pruebas de su participación en ejecuciones y narcomenudeo, los jueces no pudieron juzgarlos o vincularlos a una célula delictiva.

Los menores de 14 años recibieron medidas cautelares de índole reinsercivo. Es decir, se les dejó en libertad con la condición de que continúen sus estudios. Aquellos que tenían entre 15 y un día antes de los 18 años, en su mayoría fueron sancionados con horas de servicio a la comunidad.

Sólo uno de cada 15 adolescentes termina tras las rejas, pero la mayoría, cita el estudio, por haber ejercido violencia sexual o por ser reincidentes en robos.

Las estadísticas demuestran que las medidas de reinserción en la sociedad no están sirviendo de mucho: el 68% no continuó sus estudios  o buscó capacitarse para conseguir un trabajo en el futuro.

El estudio estima que el 72% de estos menores infractores será arrestado al menos tres veces más hasta cumplir la mayoría de edad, cuando ya podrá ser juzgado como adulto.