Gonzalo Zapata/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Put your hands up, se escucha sobre el escenario, mientras DJ Dave AM deja sonar Party Up de DMX; al instante cientos de los llamados springbreakers de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y algunos mexicanos bailan al ritmo de la mezcla de diversas canciones.

En el centro del templete, Celeste, animadora del hotel Oasis, quien organizó un concurso de pole dance, anima el ambiente. Marina, de origen cubano, pone la muestra para que al menos una decena de jóvenes también pasen al frente para el deleite de cientos que se dieron cita en la alberca para continuar la fiesta de la temporada 2015 de los Spring Break.

Como cada año, el hotel es sede de fiestas y reunión de cientos de estudiantes de universidades de Estados Unidos, Canadá, principalmente, aunque también se dan cita de países de Latinoamérica.

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Ellas, portan diminutos trajes de baño multicolor, la piel bronceada y lentes oscuros para evitar el fuerte reflejo del sol en la blanca arena. Ellos, con bermudas, gorras, sombreros y pidiendo las “yardas” y vasos con cerveza en las diferentes barras ubicadas en los alrededores de la alberca y cerca de la playa.

Diversión en la alberca

Las peleas entre las jóvenes en la alberca anima a quienes se encuentran a su alrededor; otros prefieren jugar volibol o bien con una balón de fútbol americano, sonríen para que la fiesta no termine.

La mayoría de los asistentes a la fiesta, apenas superan los 21 años de edad, por lo que la euforia en los bailes provoca que todos comiencen a bailar sobre los camastros, en los pasillos que conducen de la alberca a la playa, incluso hasta los que se encuentran tomando el sol para que en la noche luzcan su bronceado en las discotecas de la zona hotelera.

Concurso de pole dance

Ricardo, es agente de seguridad del hotel, junto al él se encuentran más de una decena de compañeros que se encargan de vigilar que en el ímpetu de los springbreakers no se desborde, a tal grado que invadan el escenario principal, donde se desarrolla el concurso de pole dance.

En la playa, los guardavidas contratados por el hotel y designados por Protección Civil vigilan que los “springs” no se alejen a más de 15 metros de la orilla del mar, ya que debido al viento se forman algunas olas que al regresar jalan los cuerpos inmersos en el agua.

El silbato de uno de los guardavidas se escucha, uno de los jóvenes que desde el mediodía, aproximadamente, ingiere cerveza es auxiliado por sus compañeros para evitar ser arrastrado por las olas. 

“Siempre es lo mismo con ellos, se les pide que no se metan al mar cuando ya tomaron alcohol, pero no hacen caso”, asegura Memo, guardavidas que este año cumplirá tres años de trabajar para los hoteles Oasis.

Al concluir el concurso de pole dance, DJ Dave continúa mezclando, aunque los jóvenes ya se dispersaron, unos regresan a la alberca, otros más van a los restaurantes y el resto va hacia sus habitaciones para descansar para continuar la fiesta en los bares y discotecas.