Alejandro Castro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Académicos del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), desarrollan un vehículo submarino para monitorear al pez león en aguas profundas del Caribe mexicano.

Adán Caballero Vázquez, investigador de la Unidad de Ciencias del Agua del CICY, indicó que ya se tienen avances importantes en este submarino y ya se realizan las pruebas de calidad para la operación en profundidades superiores a los 50 metros.

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El especialista detalló que es importante tener datos sobre el comportamiento del pez león en aguas profundas y su afectación a las especies, toda vez que los estudios realizados se enfocan en territorios de poca profundidad.

Indicó que en aguas someras se localizan los individuos de pez león de tamaños pequeños, mientras que en las aguas profundas se encuentran los de mayor tamaño y, por tanto, los que pueden ser mayores depredadores.

“Si hacemos monitoreo en aguas profundas, entre los 50 y 70 metros, tendremos información suficiente para calcular la problemática”, dijo.

Detalló que el proyecto se elabora en conjunto con la Unidad de Energía Renovable (UER) de CICY, a cargo de Víctor Ramírez Rivera y un grupo de alumnos de licenciatura, maestría y doctorado que colaboran en el desarrollo de este vehículo.

“Es muy complejo porque hay que desarrollar desde los materiales, la carcasa. Había un prototipo de un colega investigador que está en Portugal que dijo ‘yo tengo ya un equipo, te lo puedes llevar para hacer las pruebas’, pero resulta que la salinidad, las condiciones del agua eran diferentes y el material con el cual está construido este submarino no funciona, hay que trabajar en nuevos materiales, luego en la parte mecánica, la eléctrica”, detalló.

Adelantó que en la próxima prueba se tiene pensado ya introducirlo en aguas más profundas para evaluar su completa funcionalidad, la calidad de las imágenes y video que captura, entre otras cuestiones técnicas.

El pez león, especie invasora del Océano Atlántico, venenoso, de fácil reproducción y agresivo en su proceso de alimentación, representa una de las principales amenazas para los arrecifes del Caribe mexicano.