Eric Galindo/SIPSE

CANCÚN, Q.Roo.- Es una nueva corriente de pandilleros que está surgiendo en Cancún. Nació en el 2007 con la llegada de un grupo de extranjeros, y sólo existe en este destino turístico y Estados Unidos, se identifican con dos estrellas en los hombros, y a un costado del pecho. “Punketo”  es un joven pandillero que revela cual es el plan de esta nueva corriente de pandilleros.

 

Tiene 14 años, es parte de una de las bandas que opera en Cancún: La BGS.  Es soltero y de oficio mecánico, algunas veces lavador de carros.

 

Sabe de la existencia del grupo que se está formando, él no ha querido pertenecer todavía pero algunos de su pandilla ya forman parte de la nueva corriente; tiene sus estrellas.

 

Unos jóvenes que llegaron del extranjero son los que iniciaron el movimiento. La idea es una forma de pandilleros que se asemejen como a los grupos de sicarios como “Los Zetas”, o cualquier grupo de narcotraficantes. La pandilla llegó a Cancún promoviendo lo que será un grupo como el que forma la pandilla internacional Marasalvatrucha.

 

Los que iniciaron esta corriente pandillera eligen a quienes van a pertenecer a ella, no importa de qué pandilla sea o vengan. Ellos mismos los buscan. De cada banda "jalan" a los prospectos para su iniciación en el nuevo clan.

 

“Mi compañero trae sus estrellas, es una pandilla que apenas empieza a surgir, parecida a la de los Marasalvatrucha, pero ellos se distinguen porque traen tatuados en la mano tres puntos, que significan: tres caminos: La vida, la muerte o la pandilla. También se lo tatúan a un costado del ojo.

 

Esta nueva corriente de pandilleros se pretende que se expanda en todo México, Centroamérica y Estados Unidos. Cuando se ve a alguien en la calle con las estrellas en los hombros, es parte de esta nueva generación de pandilleros, es única.

 

Cuando se tatúa las estrellas, el vándalo elige los colores: rojo, verde, negro. Las jóvenes no están contempladas en esta corriente. Cuando se ingresa a esta pandilla, los líderes hacen jurar que no van a revelar lo que significan los tatuajes y el movimiento que pretenden iniciar.

 

El que llega a violar el código y revela los secretos de los tatuajes es castigado. Ya ha pasado con un pandillero que habló de más y le fue muy mal.

 

“Punketo”, desde los 12 años, se salió de su casa, para vivir la vida dentro de una pandilla, quiso saber qué era la libertad en las calles.

 

El destino en una pandilla tiene tres caminos: la vida, la muerte o un manicomio, porque puedes quedar loco de tantas golpizas que te dan, afirma el “Punketo”.

 

Los riesgos que se corren en una pandilla son muchos: cuando se empiezan a drogar se creen más que los otros y es cuando los pueden matar a golpes. La familia también corre el peligro de que le hagan daño o la maten.

 

Para entrar a una pandilla te golpean primero, es como tu iniciación;  eso le hicieron a “Punketo” cuando se unió a esta agrupación.

 

Dice que gracias a Dios ya se ha empezado alejar de las pandillas, la vida le ha dado muchas reflexiones. Cuando se salió de su casa fue ahí cuando empezó el infierno de las drogas.