Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Cerca de 30 camiones y tráileres cargados con diferentes productos aguardan desde hace una semana para cruzar la frontera en un sentido y otro, debido a la suspensión del único agente aduanal que opera en ese punto de la frontera internacional, afirmaron algunos de los transportistas afectados.  

De acuerdo con versiones recabadas entre los operadores que se encuentran estancados en Subteniente López, desde hace una semana se les prohibió el paso hacia Belice a través de la Aduana Fronteriza debido a que el agente con la autoridad para poder certificar la entrada y salida de mercancías se encuentra suspendido.

Los transportistas mencionaron que aparentemente el agente aduanal lleva el nombre de José Manuel Azueta, y desde hace una semana fue suspendido de sus labores por razones que no fueron explicadas por parte de la Administración del recinto fiscal.

Juan Manuel Arias, operador proveniente del Estado de México por parte de una empresa de material para construcción, detalló que hace aproximadamente siete días llegó a la aduana de Subteniente López con 60 toneladas de cemento con destino a Honduras, no obstante, al llegar al lugar le anticiparon que tendría que esperar unos momentos para poder revisar y certificar su carga a fin de que esta pudiera obtener el permiso de la aduana mexicana.

Al paso de unas horas le fue notificado que la aduana prácticamente se encontraba cerrada y que no podría obtener el permiso de dicha instancia fiscal debido a que el agente en turno se encontraba suspendido; al preguntar sobre cuándo podría obtener el permiso por parte de otro personal calificado, le informaron que no existía otra persona y que la única manera de que su carga pudiera dejar el país sería a través del puerto marítimo de Progreso, Yucatán o de Puerto Morelos, en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, dado que son las únicas validadas para el comercio exterior.

Extraoficialmente se supo que el agente aduanal, José Manuel Azueta, fue suspendido debido a que dejó ingresar un cargamento de cigarros con un pictograma diferente al exigido en las leyes mexicanas, lo que conllevó a una sanción administrativa que ya ha originado problemas entre los transportistas de mercancías.