Saben bien ustedes que nadie es profeta en su tierra y menos si estamos en una sociedad en donde el arte y la cultura están de lado y donde realmente a nadie le importa, en donde abundan los improvisados, en donde el gobierno no entiende que el arte puede sacar a una sociedad del rezago y mil cosas más; pero en medio de todo esto surge algo maravilloso producto de la tenacidad y el trabajo arduo.

Y esta es la historia. En el 2013 es seleccionada en al Art Revolution Taipéi entre varios miles de participantes para exponer su obra en tan prestigiada exposición en donde su obra tuvo una gran acogida.

Por azares del destino la visa China no llega a tiempo y no puede asistir para presenciar la experiencia.

En enero pasado, entre 4 mil 300 artistas de 72 países eligen de nuevo su obra para exponer con los 230 finalistas en el Art Revolution Taipéi 2017, muy de vanguardia y más grande que nunca.

La sorpresa fue que al llegar ella a Taipéi su obra ya se había vendido, y empezó el real ingreso al prestigiado y difícil mercado asiático.

Ahí recibe una mención honorífica por su obra y el honor de tener un stand personal para exponer su obra como lo que realmente es, una artista muy completa con un dominio de varias técnicas y que a más de 14 mil kilómetros de su residencia por más de 10 años es reconocida.

Ella es Victoria Rueda, bella por dentro y por fuera, y con una sencillez como pocos seres, a pesar de lo grande que es, demuestran que la terquenacidad (terco y necio) da frutos, y que el hacer el oficio día a día es el único camino que se debe hacer.

Una lástima que no se le reconozca aquí en Cancún como debiera, pero qué bueno que esté encontrando el camino en un mercado donde el arte importa; pero me refiero al arte de verdad, en todas sus expresiones y sin improvisaciones.

Así que a poner focus para todo lo que se requerirá para el Art Revolution Taipéi 2018, y desde estas líneas mando un bravo para Victoria Rueda, que como su nombre lo dice, la tiene más que ganada, y estoy seguro que vienen muchas satisfacciones más que merecidas. Hasta la próxima semana.