Javier Ortiz/SIPSE
Bacalar, Q. Roo.- En virtud de que es menos riesgosa su producción y cuenta con mayor demanda, productores de miel se inclinan cada vez más por trabajar con miel de la abeja melipona, cuyo precio del litro oscila en mil 200 pesos, en tanto la miel convencional se comercializa a 40 pesos el kilogramo, aunque como desventaja, tiene que sólo se cosecha una vez al año.

Justo Rodolfo Batún Feria, apicultor de la comunidad de Buenavista, producía hasta hace algunos meses, la miel convencional, que comercializaba en tambos al mayoreo y al menudeo; sin embargo, últimamente, se inclinó por cultivar apiarios de abeja melipona, ya que dice que existe mayor demanda y es un producto mejor pagado, a razón de que cuenta con más propiedades curativas, lo que llama la atención, principalmente de los visitantes extranjeros. 

Producción 

Señaló que la mayoría de los apicultores, prefieren trabajar con la abeja Apis, ya que producen mayor cantidad de miel, aunque el precio actual es de apenas 40 pesos el kilogramo, no obstante que se puede cosechar hasta tres veces al año y dependiendo de la floración, la cosecha puede ser abundante en cada ocasión.

Dijo que aunque es más lenta su producción, confía que le reditúe más la producción de miel melipona, pues sus propiedades curativas son conocidas a nivel mundial y en virtud de que es una abeja que habita en la península de Yucatán, la hacer ser más cotizada, lo que fue determinante para alternar su producción con ambas variedades.

La venta de miel 

Rosalía Cocom Cahuich, dijo que actualmente, cuentan con tres sitios para comercializar su producción en la ciudad de Chetumal y uno en Bacalar, además de un pequeño establecimiento que tienen acondicionado en esa misma comunidad, que es donde llegan los turistas a comprar.

La abeja melipona, construye sus nidos en la base de los árboles, de aproximadamente cuatro centímetros de diámetro. Los productores construyen sus propios apiarios con troncos de árboles vacíos, que acomodan de manera horizontal, unos sobre otros, a los cuales colocan jarabe de azúcar, para llamar su atención y en los costados les fabrican especies de tapas, por donde extraerán el producto.