Tierra de oportunidades
Ya sea por sus riquezas naturales, las grandes oportunidades laborales o por su ubicación geográfica...
Ya sea por sus riquezas naturales, las grandes oportunidades laborales o por su ubicación geográfica, Quintana Roo se ha convertido en un poderoso imán que atrae a miles de personas a radicar o a utilizar de trampolín en su búsqueda del sueño americano.
Sin embargo, en los últimos años, el estado se ha visto “invadido” por una oleada de indocumentados que ha quedado en evidencia con las más recientes detenciones realizadas por las autoridades migratorias.
Tan solo de enero a octubre del presente año 2022, el Instituto Nacional de Migración (INM) realizó un total de 596 deportaciones de indocumentados que llegaron a Quintana Roo por aire, mar y tierra.
Los migrantes son procedentes de diversos países, tales como República Dominicana, Honduras, Haití, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Brasil, pero la gran mayoría son cubanos indocumentados.
De hecho, de esos 596 indocumentados repatriados, el 50 por ciento proceden de la isla de Cuba, y muchos de ellos llegaron vía marítima con embarcaciones hechizas a las costas de Cancún e Isla Mujeres.
Recientemente, a finales de noviembre, fueron asegurados en el sur del estado alrededor de 400 indocumentados: los primeros 200 fueron detenidos cuando eran transportados en cuatro autobuses de turismo; y los demás, en una vivienda ubicada en la localidad de Ucum, Othón P. Blanco.
No obstante, las autoridades tienen el reporte de que fueron más de mil los inmigrantes que ingresaron a territorio quintanarroense en los últimos meses, por lo que se está en la búsqueda de los otros 600, mediante operativos en carreteras y comunidades fronterizas.
El problema que enfrenta Quintana Roo sobre este tema estriba en la falta de vigilancia en las fronteras del sur y sureste de México, ya que no existe la suficiente vigilancia y coordinación entre autoridades militares y civiles para evitar la entrada ilegal de personas al país.
Y ahí es justamente donde los inmigrantes asegurados han encontrado la salida del encierro al que son confinados en las estaciones migratorias, pues alrededor de 200 lograron tramitar amparos federales para obtener su libertad, al verse truncado su derecho al libre tránsito en el país, establecido en la constitución mexicana.
El tema de la migración es muy delicado, y Quintana Roo ha demostrado no estar preparado para afrontarlo de la manera correcta, acorde con la legislación vigente.
Y mientras tanto los indocumentados enfrentan graves peligros, máxime cuando muchos de ellos viajan con toda la familia, incluyendo a menores de edad, exponiéndose a enfermedades, asaltos, a la delincuencia organizada, a la extorsión, a la trata de personas, entre otros.
Y si ni siquiera para los quintanarroenses está garantizada la seguridad, qué les puede esperar a esta gente que, desesperada, sale huyendo de sus países en busca de mejores condiciones de vida.
¿Estará enterado el presidente AMLO de esta crisis migratoria que enfrenta Quintana Roo?