Torpezas en Bachilleres
Con una mezcla de odio y torpeza, la directora general de los Colegios de Bachilleres...
Con una mezcla de odio y torpeza, la directora general de los Colegios de Bachilleres del estado (Cobach), Ana Vásquez Jiménez, ha emprendido una cruzada contra todos y contra todo lo que para ella representa una amenaza a su desatinada gestión, convirtiendo a la institución en un nido de conflictos a punto de salirse de control.
Desde la semana pasada, la autoritaria funcionaria cobró fama por la filtración de una supuesta conversación de la aplicación de mensajería WhatsApp en la que ordenaba poner en marcha una estrategia para despedir a maestros y personal administrativo con muchos años de servicio.
Dicha información, que se extendió como fuego en paja seca en las redes sociales, fue desmentida por la dirección general de Bachilleres a través de un comunicado oficial, aunque lo que no pudo desmentir es que, efectivamente, al interior del Cobach se están dando una serie de movimientos y ajustes unilaterales de personal que tienen trinando a buena parte de los profesores.
Por ejemplo, sin decir agua va Ana Vásquez echó a la calle a la subdirectora del plantel Uno, Gabriela Pren Cetina, quien tenía más de 20 años de antigüedad y 10 años como subdirectora. De nada valió su experiencia y trayectoria ante la furibunda directora general que, según fuentes internas, quiso imponer a alguien “leal” en su lugar.
Sin extinguirse aún ese escándalo, la pedagoga demostró que lo suyo no es el sentido común, pues en estos días tuvo la ocurrencia de ordenar el borrado de tres murales que formaban parte de la identidad cultural del plantel de Bacalar y del Plantel Uno de Chetumal.
Maestros y alumnos no dieron crédito al percatarse de la monumental burrada de la que hacen responsable a la directora, que no respetó ni siquiera la obra más representativa del Plantel Uno, “Metamorfosis del Conocimiento”, creación del reconocido artista plástico y ex maestro de Bachilleres, Sergio Bejarano Sánchez.
Y para nadie dude de su falta de cultura y educación, no mostró ningún respeto para el autor al dejar en la pared donde se encontraba el mural la placa alusiva colocada desde su inauguración, la cual también pintarrajearon de blanco, quizá para ocultarla de los ojos curiosos.
Por todo esto, Ana Vásquez se ha ganado a pulso el desprecio de una buena parte del personal docente y administrativo, quienes empiezan a alzar la voz contra las arbitrariedades provocadas por la sed de control de la gris ex catedrática de la Universidad de Quintana Roo.