Los trabajadores quintanarroenses están optando por comprar casas usadas debido a su precio hasta un 20% más barato que las nuevas, así como por su mejor tamaño y ubicación.

La oficina de Innovación e Iniciativas Estratégicas del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) reveló que en el último año el 68% de los créditos otorgados en Quintana Roo fueron para adquirir casas nuevas, mientras que el 32% para las ya usadas.

En el 2019, antes de la pandemia del Covid-19, la proporción era de 87% y 13%, respectivamente.

Entre las razones principales está el incremento de hasta un 32% en el costo de las nuevas unidades habitacionales en las ciudades turísticas, además de que la mayoría de los nuevos desarrollos inmobiliarios se encuentran en la periferia, en zonas muy alejadas de los centros de trabajo, lo que las ha vuelto menos atractivas para los compradores.

De acuerdo con la información proporcionada por las inmobiliarias, el precio promedio de una casa de interés social nueva en Quintana Roo ronda los 850 mil pesos, pero están ubicadas hasta 12 kilómetros de distancia del primer cuadro de la ciudad.

Mientras que una vivienda de medio uso se oferta en promedio entre 500 mil a 650 mil pesos, aunque también dependen del tipo de vivienda y la ubicación.

Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), en Quintana Roo puntualizó que actualmente existe una demanda potencial de hasta 60 mil viviendas en todo el estado de Quintana Roo.

Sin embargo, encarecimiento de los insumos y la implementación de un nuevo sistema de cotización aplicado por parte del Infonavit ha ralentizado la colocación de los créditos a la clase trabajadora.

Resaltó además que el 70% de la demanda se concentra en las ciudades turísticas como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.