Quintana Roo nuevamente es señalado como uno de los principales sitios de ingreso de los cigarrillos piratas a México, el cual no sólo provoca graves daños a la salud de quienes lo consumen, mucho más que el cigarro “legal”, sino que incluso genera pérdidas al gobierno por más de 24 millones de pesos diarios.

Esperanza Ortega, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), explicó que el consumo de tabaco ilegal representa pérdidas de 15 mil millones de pesos al año sólo por concepto del Impuesto al Valor Agregado y del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, los cuales no son pagados al SAT por estos productos.

La dirigente del organismo empresarial señaló que de acuerdo a los datos más recientes de las dependencias encargadas de regular este mercado, reportaron que 20 de cada 100 cigarros que se consumen en el país son piratas de contrabando.

Y de esta veintena, al menos 12 llegan desde la frontera entre Quintana Roo y Belice. Organismos como ADUANAS revelaron en un informe del 2018 que desde el 2007 habían identificado que camiones cruzaban el Río Hondo transportando toneladas de cigarros hindús y chinos, que previamente habían sido resguardados en grandes bodegas de la Zona Libre de Belice.

Su ruta era la carretera 186 Chetumal-Escárcega, y desde ese lugar hasta Tepito, en la Ciudad de México, desde donde se comercializaban a un precio de entre 10 a 15 pesos. Aunque hoy, casi 17 años después, se ofertan en 30 pesos al público, cuando los originales valen 89 pesos.

Cuauhtémoc Rivera, líder de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, puntualizó que esta competencia desleal, que incumple con las medidas sanitarias, de calidad y pago de impuestos, ha ganado popularidad precisamente por su bajo precio.

“Si a un joven o persona con poco dinero, le ofreces un producto deficiente, pero que le cuesta cuatro veces menos, muy por seguro, irá por el barato, sobre todo cuando tiene tanto consumo diario como lo es el tabaco”, señaló el dirigente gremial.

Aunque las autoridades han decomisado varios camiones con esta carga justo en la aduana de Subteniente López Mateos, en la actualidad continúa ingresando a través de caminos de terracería improvisados en medio de la selva del sur de Quintana Roo, hasta llegar a los puntos de recepción en las comunidades de la zona limítrofe entre el estado y Campeche, según información de la Guardia Nacional dada a conocer en la mañanera de agosto del 2023.