El milagro de Jerónimo: utiliza botox para tratar enfermedad

Con apenas un año de edad, trata con una toxina el estrabismo que padece.

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El estrabismo es la desviación de los ojos, o uno de ellos, por una falla muscular que genera la pérdida del paralelismo entre ambos. (Archivo/SIPSE)
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Abigail Becerra/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Para muchas personas hablar de la toxina botulínica, mejor conocida como “botox”, es tocar un tema referente a la desaparición de unas cuantas líneas de expresión tras el paso del tiempo, sin embargo, para Jerónimo tiene un peso más funcional, sin descartar el estético.

Jerónimo Pech López, un niño de apenas un año de edad, fue diagnosticado con estrabismo en los primeros meses de nacido. Los médicos familiares y pediatras que visitó en compañía de Carolina López Cornejo, su madre, indicaron que deberían dejar pasar algunas semanas antes de acudir con un especialista en oftalmología para atender el defecto que percibió desde el momento en que el menor abrió sus ojos por primera vez.

El estrabismo, dijo, es la desviación de los ojos, o uno de ellos, por una falla muscular que genera la pérdida del paralelismo entre ambos, aparece en la infancia y su efecto no es sólo físico, sino que es importante su tratamiento, puede darse el caso de doble visión, sensaciones de desequilibrio y dificultades en la coordinación manual-visual del menor al no tratarse.

La intención de los médicos fue darle oportunidad de madurar sus órganos visuales antes de otorgar el diagnóstico definitivo por el especialista.

El tiempo pasó y la desviación en ambos ojos se hizo evidente ante la mirada de todos, por lo que sus padres decidieron ponerse en contacto con un especialista en oftalmología pediátrica, quien sugirió tratar el estrabismo de Jerónimo con uno de los tratamientos más efectivos que no requieren de una intervención quirúrgica.

La sugerencia no fueron parches, tampoco anteojos, sino el suministro de “botox” en los músculos extraoculares para corregir la visión.

El especialista en ojos, Eloy Villarreal de los Santos, y actual presidente de la Sociedad Mexicana de Oftalmología (SMO), dijo que esta técnica es uno de los tratamientos más eficaces para corregir los defectos visuales causados por el estrabismo, siempre que sea aplicado en niños menores de seis años de edad, ya que es durante los primeros años de vida cuando la visión tiene más plasticidad para aprender y ser estimulada.

Indicó que este recurso evita la cirugía, previene los riesgos de pérdida de la visión, y puede lograrse una recuperación total de la vista hasta conseguir que los pequeños vean con los dos ojos.

Para evitar las numerosas consecuencias ante la falta de tratamiento, Jerónimo, en compañía de su madre, viajaron por primera vez a la Ciudad de México donde fue referida a un centro especializado en atención oftalmológica para recibir el tratamiento botulínico en ambos ojos.

La toxina provocó la relajación de sus músculos oculares permitiéndole la separación de los ojos. Dependiendo del progreso y beneficio de la técnica, Jerónimo podría o no regresar en un año para considerar una segunda aplicación para mejorar su estética visual que le brinde una mejor calidad de vida.

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