En medio de suspensiones definitivas y provisionales con cuestionamientos a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), ambientalistas presentaron una denuncia popular ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por la extracción de roca, presuntamente para beneficiar el tramo 5 Sur del Tren Maya.

La denuncia popular fue presentada con el objetivo de frenar los trabajos que realizan en las cercanías de la zona de captación de agua potable de Chemuyil, justo donde se encuentra la red de ríos subterráneos de la región.

“El sitio donde se está excavando, talando la selva y dinamitando con explosivos y maquinaria pesada, se ubica convenientemente en un rango de 1 kilómetro del trazo del Tren Maya, en la sección que atraviesa el camino blanco o avenida las Palmas, en el camino a las bombas de agua de CAPA. El mismo infractor presume y publicita que el Banco 4, es para abastecer y vender material pétreo al Tren Maya” (sic), dice la denuncia.

Un documento advierte que hay un permiso condicionado en el lugar para extracción de la roca otorgado por la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema) de Quintana Roo.

El lugar señalado se encuentra a unos 17 kilómetros al norte de Tulum, y a aproximadamente 45 kilómetros al sur de Playa del Carmen, frente a la localidad de Chemuyil.

Según el oficio de Sema 0049/2018, existe un permiso a favor de Ceferino Kinil Arceo y Rosalinda Kumul Albornoz, promoventes del proyecto “Banco de Material Pétreo”, con las condicionantes de que en caso que haya situaciones en contra de las medidas de mitigación existe la facultad de retiro de la anuencia.

Los reportes sobre explosiones en Chemuyil comenzaron a darse a conocer desde la semana pasada, y según testimonios, los trabajos que realizan a un lado de la zona de desmonte del tramo 5 Sur del Tren Maya, han servido también para realizar actividades de acondicionamiento del terreno por parte de Acciona, una de las empresas licitadas para ejecutar el proyecto federal.

Lo anterior, a pesar que desde abril existe una suspensión judicial dentro del juicio de amparo indirecto 884/2022, porque las obras del Tren Maya fueron iniciadas sin los permisos ambientales.

Por lo pronto, ambientalistas aglutinados en el movimiento “Sélvame del Tren” preparan una rueda de prensa virtual para mañana miércoles, por medio del cual darán un posicionamiento más completo sobre la situación que actualmente impera en la zona de selva del tramo 5 Sur.

“Qué más podemos hacer, en la selva se escuchan explosiones, nos ponemos a investigar y un desarrollo ofrece vivir en un lago en medio de la selva, no hay lagos, solo hay cenotes (...) están dinamitando la selva”,

dijo José Urbina Bravo,  buzo ambientalista de “Sélvame del Tren”, sobre la situación en Chemuyil.