La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya en su Tramo 5 sur revela potenciales afectaciones al sistema kárstico con posibles hundimientos durante la preparación del proyecto y operación del mismo, además de una situación crítica por el desmonte de selva que se efectuará.

Ingresado el pasado 17 en la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se trata del documento técnico para iniciar la evaluación del citado tramo del Tren Maya que corre entre Playa del Carmen y Tulum, actualmente suspendido provisionalmente dentro del juicio de amparo indirecto 884/2022, por carecer de documentos que avalen el inicio de trabajos.

La MIA advierte una afectación adversa severa para el sistema kárstico por las vibraciones del tren durante su operación; misma situación durante la preparación del sitio y construcción del proyecto, con hundimientos y derrumbes por la operación de maquinaria pesada; igualmente, un daño severo para la fauna por la fragmentación de su hábitat durante la etapa de preparación.

El proyecto lo desarrolla el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), a través de la empresa licitada Grupo México Acciona y pretenden un tendido de vía entre Playa del Carmen y Tulum de 67.66 kilómetros, debajo del sistema acuífero  Sac Actún, el más largo del mundo con unos 369 kilómetros de longitud, ecosistema que no es citado en ningún punto de la MIA.

“Dentro de los impactos observados debido a la realización del proyecto, destacan aquellos relacionados con el agua, en particular los relacionados con los procesos hidrológicos, que resultan de la posible interacción en el Tramo 5 Sur del trazo del proyecto con los sistemas kársticos, los cenotes, los flujos subterráneos y la posible afectación de la conectividad hidrológica natural”

(sic), dice la MIA sobre las conclusiones del proyecto.

Según el documento, en el Área de Influencia del proyecto del Tramo 5 Sur existen seis tipos de vegetación y usos de suelo, de los cuales, el 37.78% corresponde a selva mediana subperennifolia y 51.42% vegetación secundaria de selva mediana.