Alejandro Castro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) firmaron un convenio de colaboración para el desarrollo de los nuevos polos turísticos del Tren Maya.

El acuerdo implica la comunicación constante e intercambio de información sobre la oferta de terrenos por parte de Fonatur para el desarrollo de infraestructura en los centros de población que se tienen contemplados en la ruta del tren.

De acuerdo con el modelo de planeación de la megaobra, en cada una de las estaciones habrá un polo de desarrollo; en el caso de Quintana Roo, están contempladas estaciones Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, y recientemente se incluyó en el plan una estación en Chetumal.

Ambas partes coincidieron que los destinos planeados de Fonatur, como es el caso de Cancún, no se explican sin la actividad inmobiliaria, por lo que esperan que el nuevo proyecto del Tren Maya sea también detonador para esta industria.

“En estos polos de desarrollo que surgirán del Tren Maya, no vamos a poder generar un crecimiento, un desarrollo económico con el contenido social que requerimos, si no es acompañados de nuestros socios de parto desde hace 50 años”, dijo Alejandro Varela, director jurídico de Fonatur.

Dichos centros poblacionales serán planificados y definidos en conjunto con ONU-Hábitat. Algunos ya se encuentran sobre la ruta y lo que se pretende es realizar un plan de ordenamiento, como son los casos de Playa del Carmen y Tulum, según indicó el enlace territorial del Tren Maya en Quintana Roo, Pablo Careaga Córdova.

Para este ejercicio fiscal, Fonatur invertirá 62 millones 315 mil pesos en estudios de preinversión para la construcción de dichos polos de desarrollo, de acuerdo con datos del Presupuesto de Egresos 2019.

El estudio servirá para determinar cuáles son, a lo largo de la ruta del Tren Maya, las comunidades factibles de desarrollo, considerando diferentes factores, como el ambiental, el legal, de disponibilidad de servicios, de desarrollo agropecuario, de búsqueda de atractivos turísticos, cambio de vocaciones productivas fracasadas o débiles, todo ello en favor del desarrollo económico de la región sureste.