El Decimoctavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, con sede en Ciudad de México, emitió una sentencia en favor de la cadena hotelera RIU, donde sostiene que no existe formación de duna costera en el lugar donde se construye el proyecto Riviera Cancún, en Punta Nizuc.

A esta conclusión se añade que, por tanto, “no existe desprotección del medio ambiente o incertidumbre sobre el riesgo de daño ambiental o las posibles repercusiones al ecosistema”, informó la compañía.

El primer amparo fue presentado por r Promotora Nizuc S.A de C.V, la empresa operadora del hotel Nizuc, en contra de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reclamando la nulidad del permiso otorgado a RIU, motivo por el cual la demanda se turnó a la Sala Especializada en Materia Ambiental y de Regulación del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

Dicha Sala emitió su resolutivo el 6 de agosto, el cual no dejó conforme a la empresa promovente del amparo, al considerarla “violatoria de sus derechos constitucionales” en los artículos 1, 14, 16 y 17.

El caso pasó a manos del Tribunal Colegiado, que resolvió en favor de RIU en marzo pasado, al considerar inválidos los argumentos presentados por la parte quejosa. En la sentencia se apuntó que las pruebas derivadas del peritaje son insuficientes para comprobar la existencia de duna costera nativa en el sitio.

“El peritaje rendido por el perito de la actora no crea convicción de que en el predio donde se otorgó la autorización para la construcción y operación de un desarrollo hotelero, denominado ‘Hotel Riviera Cancún’, exista la presencia de dunas pioneras (también llamadas embrionarias) y dunas primarias.

Asimismo, el Tribunal consideró infundados los argumentos sobre el sobrepaso de densidad, al especificar que los 530 cuartos autorizados se tratan de una densidad bruta, pues se alegaba que el Programa de Desarrollo Urbano permite solamente 270. Se aclaró que esa cifra corresponde a la densidad neta.

Este juicio es uno de por lo menos cuatro que enfrenta RIU para la construcción del hotel Riviera Cancún.

La última suspensión de los trabajos se dio en febrero de 2020, luego de un amparo concedido a favor de un grupo de menores de edad, pues estos sostienen que la edificación viola su derecho a un medio ambiente sano.

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