Una capital que desprecia los libros

Este martes acudí a la librería Educal, escondida como zapato pestilente en un apartado rincón del abandonado Museo de la Cultura Maya...

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Este martes acudí a la librería Educal, escondida como zapato pestilente en un apartado rincón del abandonado Museo de la Cultura Maya. Ocultar una librería es una insensatez de burócratas atarantados, ya que nuestra capital chetumaleña padece anemia de bibliotecas y librerías.

“Estábamos mejor cuando estábamos peor”, aguijonea una frase que se instala como verdad devastadora. Porque cuando llegué a Chetumal –julio de 1988 – estaban en auge dos santuarios de libros: la biblioteca pública central Javier Rojo Gómez y la librería del Fonágora en la avenida de los Héroes, a unos pasos del hotel Los Cocos. Ambas fueron exterminadas con machetazos dosificados, fruto de la insensibilidad y el desdén por la cultura en el caso de nuestra biblioteca.

La librería Educal –iniciativa del gobierno federal– fue inaugurada en Chetumal a principios de la década pasada, con Norma Jiménez De León como titular del Instituto Quintanarroense de la Cultura (IQC). La librería fue instalada en el pasillo frontal de la escuela socialista Belisario Domínguez, transformada en Centro Cultural de las Bellas Artes.

Esta librería con ejemplares supremos contó con una sección de artesanías y música, captando clientela porque estaba en el escaparate en plena avenida de los Héroes. Su repentina mudanza fue bien recibida, ya que fue reubicada en un local amplio a la entrada del Museo de la Cultura Maya.

Pero como el arrimado que a las 72 horas apesta, la librería Educal fue condenada a un pequeño cuartucho en los pasillos del Museo, ocultándola y desplomando sus ventas. Lo peor es que el espacio del Museo desalojado por Educal permaneció desierto ¿Cómo interpretar esta vulgar descortesía? ¿Desprecio de nuestra camaleónica y cada vez más insignificante instancia cultural hacia su equivalente federal? ¿Torpeza de trogloditas caribeños? Mañana les cuento más…

                                      Laura Fernández canta “señora, señora”

La alcaldesa de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, agasajó a las madres de su municipio sorprendiéndolas con un detallazo: tocó la guitarra para interpretar la pieza madre de Denisse de Kalafe: “Señora, Señora”.

Laura Fernández apapachó a cientos de madres y convivió tres horas con ellas en el domo de la colonia Zetina Gasca, identificándose con todas las damas en flor.

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