Urgen de apoyo para proteger vestigios mayas en Q. Roo
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se ve incapacitado para resguardar las zonas arqueológicas de Quintana Roo, por lo que es necesario recurrir al apoyo de los gobiernos municipales.
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Ernesto Neveu/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no cuenta con recursos humanos ni económicos suficientes para resguardar el patrimonio cultural maya de Quintana Roo, por lo que ha sido necesario recurrir al apoyo de gobiernos municipales para hacerlos partícipes de estas tareas, reconoció el arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer.
"A raíz de hechos de saqueo en el sitio de Kohunlich, el asunto de la falta de una adecuada vigilancia de los vestigios mayas saltó nuevamente al escenario público, si bien se trata de una práctica bastante añeja, realizada particularmente por habitantes de los alrededores de las ruinas, más por falta de conocimiento que por vandalismo o tráfico de piezas arqueológicas", estimó el investigador.
Ejemplos hay muchos, y uno de ellos tiene lugar en Luis Echeverría Álvarez, poblado muy cercano a la capital del estado donde las bardas que delimitan lotes habitacionales, están hechos con piedras sustraídas del basamento de una pirámide ubicada muy cerca de Punta Lagartos, donde también ha habido reporte de saqueos a manos de volqueteros que acarrean las rocas, incluso con relieves artísticos, para convertirlas en grava.
“Lo que ha ocurrido en los últimos años, es que los propios investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia hemos buscado los acercamientos con las autoridades municipales para que sean estas las que provean la seguridad necesaria en los sitios arqueológicos. Ciertamente se trata de un bien patrimonio de la nación, pero los municipios deben participar en su resguardo. La estrechez presupuestal del instituto hace imposible que las zonas arqueológicas estén resguardadas como es debido”.
Cortés de Brasdefer, con largos años de investigación en la zona sur de Quintana Roo señaló que los sitios arqueológicos, particularmente los que están semiocultos, son presa de la devastación mayormente por falta de conocimiento de quienes habitan en los alrededores, porque su prioridad es contar con u techo y sentirse seguros, aunque con ello terminen por convertir parte de la historia en muros.
Pero el origen de este problema se remonta a la época en que el gobierno mexicano hizo el llamado para poblar Quintana Roo, sin delimitar las áreas donde se hallaban vestigios mayas -que suman alrededor de dos mil identificadas, más no trabajadas-, la población se distribuyó a placer y hoy se encuentran asentadas sobre vestigios históricos o muy cerca de ellos, con lo que los monumentos mayas se encuentran expuestos.
“Esto es muy notorio en la zona desde Río Verde, Morocoy y Francisco Villa, aquí en el sur y también en Cobá, en la zona centro. Pero lo más que se puede hacer ahora es evitar que las personas sigan excavando y cubriendo vestigios con sus construcciones. Esa sería, en todo caso, una tarea de las autoridades municipales”.
Fernando Cortés estimó que esto pudiera lograrse manteniendo el contacto directo con los líderes campesinos y organizaciones para que, en su caso, haya seguimiento sobre las obras que van realizando y conocer si pudiera haber afectación al patrimonio cultural.
Por lo pronto, el investigador reconoció que no ha podido contactar con la autoridad local y que, lo más que se podrá hacer, es resguardar lo que queda y lo que se vaya descubriendo en lo futuro, porque, al cabo de cuentas, se trata del legado cultural de todos los mexicanos.