Vecinos de la Donceles 28 defienden a los coatíes
Los pequeños mamíferos son incluso un atractivo para los turistas que se hospedan en los Airbnb de la zona.
Durante dos años, alrededor de 500 vecinos de la colonia Donceles 28 se han organizado para limpiar y proteger del desarrollo una fracción de la laguna Manatí, donde habitan grandes poblaciones de coatíes.
El sitio se ha convertido en un emblema de colonia, e incluso en un atractivo para los turistas que llegan por las rentas vacacionales.
Carlos del Castillo, uno de los fundadores de Clan Coatí, movimiento para el rescate del área, dijo en entrevista que la protección de este punto de la colonia tiene muchas implicaciones para los vecinos.
La construcción de los desarrollos Puerto Cancún y Bahía Azul, sobre zonas inundables, han potenciado los riesgos de inundación que tiene la colonia Donceles 28.
Rellenar y construir sobre esa área implicaría terminar con las zonas de absorción y acumulación del agua de lluvia.
Según Del Castillo, al ayuntamiento han llegado varias solicitudes para proyectos de desarrollo en la franja, pero está seguro que eso no pasará.
Los vecinos de la Donceles 28, a quienes les ha costado dos años de trabajo mantener ese sitio, no lo permitirían.
De ahí se han sacado más de 20 camiones de residuos, entre electrodomésticos, basura doméstica, escombros y llantas.
“Hemos sacado botellas de refrescos fechadas en 1991”, contó el activista.
Uno de los logros del movimiento es la reciente construcción de una banqueta peatonal que delimita el área con la calle.
“Queremos que se indique: ‘aquí termina la ciudad y empieza la naturaleza’”.
En el lugar se pueden observar camadas de coatíes comiendo o durmiendo. Aunque no es una especie endémica, estos animales se caracterizan por ser sociables ante la presencia humana. Se alimentan de insectos, reptiles, anfibios y pequeños mamíferos y también de frutos y semillas.
Ese sitio también está provisto de manglares, otro motivo para la conservación. Desde 2010, las cuatro especies de mangle que abundan en el estado están protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059-Semarnat-2010.
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