Compromiso Nacional por un Turismo Sustentable: ¿estamos listos?

Durante Tianguis Turístico de Acapulco se realizaron diversas iniciativas relacionadas con el turismo y la sustentabilidad...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Durante Tianguis Turístico de Acapulco se realizaron diversas iniciativas relacionadas con el turismo y la sustentabilidad; tal vez por contexto (debido al Año del Turismo Sustentable) o porque realmente empieza a ser este un tema estratégico en el país. Para mí, cualesquiera que sean las razones, siempre es importante subir el tema en la mesa.

En ese contexto, el día 29 de marzo, en un evento liderado por los Secretarios de Turismo, Enrique de la Madrid, y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, el sector turístico de México firmó el “Compromiso Nacional por un Turismo Sustentable para el Desarrollo”. Secretarios de Turismo de los estados, representantes de cámaras empresariales, funcionarios de los tres niveles de gobierno, academia y sociedad civil, se comprometieron a lograr “hacer del turismo una gran actividad con beneficios sociales, cuidando la diversidad y aprovecharla para generar bienestar a la población”.

No hablaré acerca de los beneficios de este Compromiso, que se ven a todas luces, ni de la importancia de la firma del mismo, de lo que he escrito desde hace muchos años y muchos artículos, ni en la necesidad de que todos entremos al tema, lo que es evidente.

Hablaré de qué tanto estamos listos como sector para enfrentar estos retos que nos trae el acuerdo, porque creo que, en ese sentido, es donde aún hay mucho que trabajar.

Primero: hay que reconocer que las políticas públicas de los estados en materia de turismo están poco alineadas al desarrollo sustentable; conozco pocas entidades federativas que tienen instrumentos de planeación y modelos de desarrollo que busquen este equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental. Y menos, secretarías de turismo de los estados que tengan personal y áreas especializadas en este tema, un punto básico para la implementación del “Compromiso”. Mención aparte merecen estados como Guanajuato, que es líder y ejemplo en la materia, Quintana Roo y Oaxaca, que en los últimos meses y derivado del cambio de administración han impulsado iniciativas importantes, y Baja California y Baja California Sur que, por el empuje de la academia y la sociedad civil, han entrado de forma seria al tema.

Segundo: a pesar de que el sector privado ha optado por implementar acciones de sustentabilidad, certificando sus operaciones con iniciativas como EarthCheck, las cámaras empresariales del país no cuentan con programas para promover entre sus asociados el desarrollo sustentable en el turismo: desde prácticas, financiamiento para energías renovables, capacitación en el tema. Aquí, hay que reconocer el trabajo de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya que, desde hace 10 años cuenta con un programa de Hotelería Sustentable, y que ha replicado sus esfuerzos en otras asociaciones como Mazatlán, Holbox, y próximamente, Chiapas y Baja California Sur. Pero aún hace falta un esfuerzo nacional en el tema, que potencie la sustentabilidad en las operaciones no solo de la hotelería, sino de los operadores, las agencias de viajes y otros actores del turismo.

Tercero: el desarrollo de productos de turismo de naturaleza con un énfasis en el desarrollo de las comunidades locales ha tenido mucha inversión pero pocos resultados tangibles; este trabajo, en general, ha sido impulsado por organizaciones de la sociedad civil que han logrado impactos importantes, pero que no necesariamente han llegado a convertirlo en política pública; Maya Ka’an en Quintana Roo, impulsado por Amigos de Sian Ka’an, Sierra Gorda en Querétaro, con un gran trabajo de Grupo Ecológico Sierra Gorda, o VisitCalakmul en el sur de Campeche, iniciativa de Pronatura Península de Yucatán, por mencionar los más importantes, deben ser modelos a seguir en el desarrollo de turismo de bajo impacto y de experiencias para los viajeros, y hay que replicarlos a nivel nacional.

Y, por último: hay que consolidar los procesos de gestión sustentable de destinos, que permitan no solo que unos cuantos actores avancen en la sustentabilidad, sino que logren beneficios regionales. Estos procesos aún son pocos en comparación con el tamaño del país. Liderados por un esfuerzo de más de 14 años de Huatulco, otros destinos como Loreto, Ixtapa, Riviera Nayarit han logrado establecer modelos de gestión de destinos turísticos y hoy, destinos como Riviera Maya, Los Cabos, San Felipe y Punta Mita, están apostando a estas acciones regionales.

¿Estamos listos para implementar este Compromiso Nacional por un Turismo Sustentable? Desde mi punto de vista aún no; la firma es un gran paso, pero es necesario lograr contar con profesionales especializados en este tema, con políticas públicas que nos den un buen marco de referencia y acción y, sobre todo, una vinculación más estrecha entre lo público, lo privado, lo social y la academia, entre los tres niveles de gobierno y las distintas dependencias en todos los niveles para lograr pasos firmes en la búsqueda de un turismo sustentable para el desarrollo en México.

A seguir trabajando.

Lo más leído

skeleton





skeleton