El contraste de un municipio que capta las mayores divisas turísticas

En Benito Juárez habitan 187 mil 293 habitantes en pobreza extrema, de una población de 720 mil 359 personas.

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Quien vive pobreza extrema está por debajo del bienestar mínimo y no puede adquirir alimentos lo suficientemente nutritivos. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- En Benito Juárez, municipio que capta las mayores divisas turísticas del país, habitan 187 mil 293 habitantes en pobreza extrema, de una población de 720 mil 359 personas.

Fabián Enrique Vallado Fernández, delegado de la Secretaría  de Desarrollo Social (Sedesol) en Quintana Roo, indicó que hasta el momento han beneficiado con la Cruzada Contra el Hambre a 200 mil familias con una inversión de 916 millones de pesos este año en el estado y en el caso de Benito Juárez, el 26% de la población tiene carencia y está en extrema pobreza.

El municipio tiene la característica de que su problemática es dentro de la mancha urbana. La estrategia para el sector de bajos recursos es de inclusión y bienestar social en coordinación con los tres órdenes de gobierno para beneficiar a la población.

No hay una cifra real de colonias irregulares en Cancún y con ello el número de personas que las habitan sin los servicios básicos (agua potable, drenaje, alcantarillado, energía eléctrica y calles pavimentadas), además de no tener acceso a la salud o a seguridad social. El número generalizado es de 60 mil familias en zonas irregulares.

El Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala que pobreza extrema es cuando una persona presenta tres o más carencias sociales y no tienen un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria. 

A Cancún diariamente llegan familias como la de Ana María Canto Martínez, quien emigró de su natal Tizimín hace seis años a esta ciudad, con la esperanza de mejorar su calidad de vida mediante un empleo bien remunerado y con prestaciones básicas de ley, sin embargo, al año despertó del sueño porque su realidad es otra: la falta de preparación académica no le ha permitido colocarse en un empleo formal, por lo que al igual que sus vecinos trabaja en lo que se puede para comer y en su caso pagar la renta de una palapa de cinco por cuatro en la colonia Santa Cecilia.

La entrevistada pese a vivir al día no deja de sonreír y comenta que todos los días sale acompañada de sus dos hijos a las colonias y a veces visita  fraccionamientos donde ofrece sus servicios de limpieza de casa o chapeo de jardines pero mientras recorre las calles y toca infinidad de puertas, van recogiendo latas, envases de refresco, cartones, y a veces metales que cuando tiene suerte los vende en chatarrerías para poder comer.

Un día malo se va a casa con 20 pesos pero cuando logra emplearse por horas, recibe una paga de 150 pesos y con eso reúne una cuarta parte de lo que paga de renta. Otras veces las personas le regalan comida, ropa u otros accesorios que comercializa en el tianguis o en la misma colonia.

Los hijos de Canto Martínez por ahora no van a clases porque la escuela está cerrada, lo que le ha permitido reunir un poco más de dinero en las últimas semanas porque entre los tres se apoyan.

“La escuela no la dejarán mis hijos porque es la mejor herencia que les puedo dejar, sólo así podrán tener sus cosas y vivir mejor”, señaló Ana María ilusionada.

En sus inicios la ciudad llamada pueblo de apoyo fue construida con un centro integral habitacional para 250 mil personas, cifra que se superó a principios de los 80 y actualmente habitan casi 800 mil habitantes.  

El Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala que pobreza extrema es cuando una persona presenta tres o más carencias sociales y no tienen un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria. Pobreza es quien presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades.

La carencia social es cuando no se tiene acceso a servicios de salud, acceso a seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación y rezago educativo.

Quien vive pobreza extrema está por debajo del bienestar mínimo y no puede adquirir alimentos lo suficientemente nutritivos.

De acuerdo con el estudio de la Coneval del 2012, Benito Juárez tiene 26.3% de la población en pobreza, 185 mil 311 personas que tienen en promedio 2.5 carencias y en pobreza extrema contabiliza a 22 mil 652 habitantes con un promedio de 3.8 carencias.

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