Fernanda Duque/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Ayer 30 voluntarios, tanto en mar como tierra, participaron en la jornada de limpieza en el manglar Nichupté, convocada por el grupo Conexión Nativa Cancún, recolectando desechos, equivalentes a llenar la batea de una camioneta de basura, con capacidad para 700 kilos.

La intervención de los voluntarios salvó la vida de un pequeño cangrejo que no podía salir de una bolsa, y también sirvió para documentar la forma en que la naturaleza ha tenido que adaptarse a la basura, ejemplo es el grupo de percebes que hizo de una botella de PET su hogar.

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Fue desde las 8 horas que los ciudadanos se reunieron en el estacionamiento de playa Coral, ubicada en el kilómetro 25 de la zona hotelera, para organizarse en grupos, bajar los kayaks e iniciar las labores.

El objetivo era limpiar la orilla de la zona de manglar aledaña a esta playa, una de las últimas áreas sin desarrollar en la zona hotelera, menciona Alfredo Benítez Mitre, presidente y organizador del grupo.

“Este año hicimos una convocatoria similar en el puente Calinda, el pasado febrero, por motivo del Día de los Humedales, pero hace poquito venimos a esta zona y vimos que estaba muy, muy sucia y decidimos repetirlo”, mencionó Benítez Mitre.

Utilizando los kayaks, los voluntarios navegaron por la orilla del manglar tratando de remover la basura que lo sofocaba.

En su tarea encontraron botellas de plástico y de vidrio, vasos, unicel, contenedores de detergentes, una canasta para ropa, un par de pantalones y redes de pesca.

Las piezas grandes fueron fáciles de remover, sin embargo, el reto para los miembros del grupo fue tratar de retirar las pequeñas piezas de plástico y bolsas que flotaban en el agua, debido a que se enredaban en el sargazo, aunque no impidió que los “kayakistas” se internaran en el agua marrón para tratar de filtrar con sus manos los degradados restos.

Un par de pescadores que se encontraban en el lugar reconocieron la labor de los ciudadanos, quienes no pararon pese a los rayos del sol ya que tuvieron que dar más de dos vueltas en el kayak para sacar la basura del manglar.