¿Y dónde está el fiscal?

La Fiscalía General de Quintana Roo se encuentra acéfala, aunque quizá siempre lo estuvo...

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La Fiscalía General de Quintana Roo se encuentra acéfala, aunque quizá siempre lo estuvo; así lo demostró el reciente hackeo a un portal de la dependencia, que confirmó lo que todos los quintanarroenses ya sabíamos, que Óscar Montes de Oca nunca cumplió con su deber.

La semana reciente fue de Montes de Oca, pues además del hackeo, en la “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador se informó que de 2020 a julio de 2021 se abrieron 68 mil 268 carpetas de investigación por diversos delitos, de los cuales no se han resuelto 60 mil.

Las evidencias reveladas indican que el fiscal jugaba al emperador romano, al escoger cuáles casos se investigaban y cuáles se le daban carpetazo, como comúnmente se le dice y como lo han sufrido en carne propia las familias que han intentado obtener justicia.

Justo fue en esos días cuando surgió el fuerte rumor de que él ya había presentado su renuncia, incluso se barajeó que ya había un fiscal interino en funciones, cuya designación recayó en el ex diputado verde ecologista, José de la Peña Ruiz de Chávez, quien es actual coordinador de Gabinete en materia de Seguridad Pública, de la actual administración estatal.

Y el asunto se avivó aún más, cuando Óscar Montes no asistió a la ceremonia cívica conmemorativa del 48 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de Quintana Roo, como estado libre y soberano.

Al evento que se celebró en la explanada de la Bandera de Chetumal, asistieron la gobernadora, la secretaria de gobierno, el presidente de la Jugocopo del Congreso del Estado, el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, autoridades militares, presidentes municipales y demás funcionarios, pero la Fiscalía no tuvo ni si quiera a un representante.

Más tarde se le preguntó a la gobernadora sobre la supuesta renuncia del fiscal, a lo que contestó que no estaba enterada y la cosa no quedó confirmada ni descartada.

Lo cierto es que hoy, el paradero del fiscal Óscar Montes de Oca Rosales es incierto, lo cual no abona mucho al estado de derecho que debe prevalecer en Quintana Roo, y un órgano tan importante para la sociedad quintanarroense no puede seguir así, en el oscurantismo, en el hermetismo que siempre ha caracterizado a la Fiscalía.

También es cierto que urge una depuración al interior de la Fiscalía, pues cuando Montes de Oca arribó a las oficinas ubicadas en la avenida Adolfo López Mateos, sólo se dedicó a darle los mejores puestos a familiares, amigos y conocidos, que muchos de ellos llegaron a radicar al estado, sólo cuando él arribó.

Se trata de una de las figuras y piezas claves que dejó el ex gobernador Carlos Joaquín González, junto con otras, para cubrirse las espaldas y lograr jubilarse con la embajada que le regaló el presidente de la república.

¿Dará la cara pronto el fiscal Óscar Montes de Oca?

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