A tres años de su llegada al Congreso de Quintana Roo con la bandera de la austeridad, la XVI Legislatura concluye hoy como el congreso más costoso del país. El último mes de gestión de las y los legisladores costó casi un cuarto de millón de pesos por cada uno.

De salario, el Poder Legislativo pagó 66 mil pesos; por aguinaldo proporcional y prima vacacional proporcional, otros 82 mil pesos. A esas cantidades se suman 66 mil pesos de dieta, además de 25 mil pesos por concepto de combustible. En total, 239 mil pesos con impuestos incluidos.

“La dieta mensual es de 66 mil pesos brutos, y netos, como 42 mil pesos. Y gasolina, 25 mil pesos”, confirmó Gerardo Martínez, Secretario General del Poder Legislativo.

Si los quintanarroenses tuvieran que desembolsar directamente el dinero necesario para mantener a sus diputados, tendrían que juntar 1.3 millones de pesos todos los días.

Con un presupuesto anual de 485.6 millones de pesos, el Congreso de Quintana Roo es el más costoso del país, según una medición del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

El Congreso más costoso

Si se dividiera el presupuesto entre todos los habitantes, a cada uno le tocaría pagar 261 pesos. Es la cifra más alta a nivel nacional.

En el Estado de México, por ejemplo, a cada habitante le corresponde solo 58 pesos para mantener a todos sus diputados. Pero a diferencia de Quintana Roo, no tiene 25, sino 75 legisladores.

“Si sumamos lo que se le destina a la Auditoría Superior del Estado, te da una cifra de más de dos mil millones de pesos que está terminando. Si lo comparamos con la eficiencia de resultado, es muy malo. Si comparamos lo que nos cuesta por habitante el Congreso a los ciudadanos de Quintana Roo son muy caros”,

destacó Eduardo Galaviz Ibarra, presidente del Observatorio Legislativo.

El presupuesto que ejerce año con año el Poder Legislativo es el blanco de críticas; sin embargo, la cifra se mantiene sin cambios, debido a que la Constitución establece que la cantidad no puede ser menor a un ejercicio anterior.