¿Ya viste Civil War? ¿Qué te pareció?
El guión exige que creas elementos narrativos por dogma de fé, un ejemplo sin spoilers es la bella Bruja Escarlata.
Por Rafael R. Deustúa
Un intenso carnaval de acción, con algunos buenos momentos de humor y la introducción de nuevos personajes son las joyas en “Capitán América: Guerra Civil” -en realidad una secuela de “Los Vengadores”-, que mantiene el alto estándar de calidad de ésta franquicia, pero con más puntos flacos que el promedio en el aspecto dramático.
Cuando la captura de un terrorista, por parte de Los Vengadores, en Nigeria termina en tragedia el mundo exige cuentas a los super héroes. La ONU convoca una reunión para firmar una iniciativa para que el super equipo se encuentre restringido por las Naciones Unidas y actúe sólo cuando se le requiera. Iron Man la apoya, Capitán América no y unos atentados terroristas elevan la disputa a una “guerra”.
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Si entrecomillo “guerra” es por que hay una docena de combatientes entre ambos bandos -a diferencia de las decenas de superhéroes del comic en que se basa-, así que en realidad es un destructivo pleito de pandillas. Esa es la esencia del problema con el libreto de Christopher Markus y Stephen McPheely, trabaja con elementos familiares para los lectores del comic, pero ajenos al resto de la audiencia.
El guión exige que creas elementos narrativos por dogma de fé, un ejemplo sin spoilers es la bella Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) lamentándose con Vision (Paul Bettany) de que la gente le teme y que nadie se le acerca, pero vemos que todos la tratan normal. Su diseño de personaje tampoco lo justifica -pudieron exagerar su “rareza” en vez darle look de modelo-.
El gran duelo de Iron Man contra Capitán América vale la pena verse en la acción, pero el lado dramático no tiene la misma intensidad y a veces ni lógica. El problema no es tanto de Robert Downey Jr y Chris Evans como del libreto o bien los hermanos Russo debieron replantear esas escenas para darles credibilidad.
Lo mejor del filme es la introducción de los nuevos personajes y sus líneas de diálogo. Es evidente que ahí es donde los realizadores se sentían más cómodos y es cuando mejor fluye la cinta con momentos emocionantes y divertidos.
En efectos especiales, visuales y de sonido, como siempre tenemos un banquete audiovisual.