Palazuelos Vs. Palazuelos
Vaya polémica que ha despertado el actor y empresario hotelero, Roberto Palazuelos. Y eso que aún...
Vaya polémica que ha despertado el actor y empresario hotelero, Roberto Palazuelos. Y eso que aún no empiezan las campañas.
Muy a su estilo, en una pose muy propia, muy de su personalidad, muy “mirrey”, el precandidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano es un torbellino, no para de generar controversia y… de regar el tepache.
Que sirva esto, quizá, de crítica constructiva.
Y es que el señor puede ser buen actor, buen empresario, incluso hasta buen candidato, pero no es político (y esto no lo dice quien esto escribe. No, lo dijo él mismo).
Nadie duda que Palazuelos Badeux pueda hacer un buen papel en las próximas elecciones, hasta sacarle un susto a aquellas aspirantes que hoy se encuentran arriba en las preferencias. No hay duda, pero necesita una asesoría urgente e intensiva.
Esa pose muy propia -que tal vez sea parte de su personalidad- en la que aparenta que todo lo puede, que le queda chico el piso por donde pasa y que todos y todas deben servirle, y estar fascinados por sus nuevas aspiraciones, debe ser radicalmente cambiada.
Lo peor es que esas formas son aderezadas por su discurso, por sus señalamientos en los que ha amenazado con “ajustar cuentas” contra quienes lo han calumniado, o bien por aceptar que un escolta suyo alguna vez mató a una persona y él armado (Palazuelos) hizo detonaciones “al aire”, entre otras, muy poco abonan a sus aspiraciones y, por el contrario, pareciera que busca el jabón para resbalar.
Palazuelos, como decimos, reconoció no ser político. Pero, debe entender que: Para jugar bien futbol, hay que ser futbolista; para hacer buenas tortas, hay que ser tortero e incluso, y él lo debe saber bien, para litigar, hay que ser abogado, lo mismo que para ser candidato, se necesita ser político.
Debe saber que el producto que hoy está vendiendo es él mismo.
Por eso es que resulta urgente una buena asesoría, una sacudida para que le baje dos rayitas a su estilo y sobre todo a su discurso, porque su reciente conferencia en Chetumal, pareció más bien un autogol, un “no me compren” o bien un “sí soy muy mamila y ¡qué!”.
No, las elecciones no son una telenovela, ni un litigio ni un negocio para actores, abogados ni empresarios.
La gente tampoco está para atenderlo, ni para servirle. Él no le está haciendo un favor al electorado ni a la sociedad de Quintana Roo por aparecer en la boleta.
Quizá y sólo quizá, el precandidato lo entiende así.
Pero en realidad parece lo contrario, y el Ieqroo ya le dio un aviso para frenar su campaña, para evitar actos anticipados. Para bajarle, pues, dos rayitas.
Si Palazuelos hace caso y se centra en intentar ser lo que no es ¡aguas! Porque puede dar batalla este 5 de junio.
La primera batalla que debe librar Palazuelos, es contra Palazuelos.