México es un país generoso, con una sociedad única, atractivos que cautivan a todo aquel que se interesa en él, una verdadera potencia en todo sentido; por tanto, todos los actores que dirigen al país, le deben respeto y una conducción intachable. Desafortunadamente, la realidad dista mucho de los ideales que algunas personas tenemos para nuestro país.

De verdad México no solo le duele a su gente, a los más 45 millones de personas en extrema pobreza, a los millones de personas desempleadas, a los miles de exilados, a quienes buscando mejores condiciones, han decidido arriesgar hasta su libertad, a cambio de un trabajo en otra latitud y, por lo cual, este país puede funcionar, en fin mucha gente que desearía ver otra realidad, y no la que difunden los políticos y empresarios favorecidos por ellos.

Escuchando el mensaje que hace unos días diera el presidente Enrique Peña, en el que si bien destacó situaciones positivas para el país, su discurso también obligadamente tenía que incluir el hecho de reconocer que su administración ha fallado en el combate a la violencia; este acto, viene de la presión que se ha ejercido desde la sociedad mexicana, pero también desde el exterior, ya que la opinión pública internacional, ha sido ejemplarmente crítica, sobre cómo se ha abordado el tema de las agresiones a estudiantes, líderes sociales, periodistas, es decir la violencia que desde el poder en los tres órdenes de gobierno, se ha ejercido; Ahí están los reportes de Amnistía Internacional, Articulo 19, Reporteros Sin Fronteras, la propia Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

A pesar de ello, 2015 debe representar para todos un mejor año en todos los aspectos, para ello, desde el gobierno se anunciaron siete acciones para favorecer la economía de los ciudadanos. Según el presidente Peña, la tarifas de luz comenzaron a bajar, esto como consecuencia de la reforma energética, esto habrá de comprobarse una vez que comiencen a llegar los recibos a los hogares; en cuanto al costo del combustible, reiteró que ya no habrá aumentos mensuales, pero el aumento se aplicó desde el primer día de enero, un 3% a las gasolinas.

En cuanto a los beneficios de la reforma en telecomunicaciones, el mandatario señaló que no habrá cobros en las llamadas telefónicas de larga distancia nacional; y en una medida, en lo personal extremadamente populista, se entregarán televisores con tecnología digital a más de 10 millones de familias, una acción más que cuestionable, ya que lo que la gente necesita es tener acceso a servicios dignos en salud, educación, en materia de seguridad, en alimentación, pero sobre todo empleos bien remunerados, todo ello, antes de darle un distractor a la gente más pobre; Y como era de esperarse, el anuncio de programas de vivienda y obra pública, para la región sur del país, sin duda la más pobre. Acciones que serán observadas y vigiladas de cerca por una sociedad cada vez más crítica, que ya no le cree todo a los devaluados servidores públicos.

¡Qué la pluma siga girando!