A comer

Dicen que 'no sólo del pan vive el hombre', adagio cumplido por mucho en los comedores públicos donde el mejor alimento es la compañía...

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Déjeme contarle que esta semana fui a conocer los comedores comunitarios que instaló la Sedesol.

Son una especie de cocinas económicas que funcionan en casas particulares y que dan servicio a unas 200 personas diariamente, vendiéndoles una comida completa (sopa, plato fuerte y agua de frutas) por 15 pesos, o 10 si son niños o adultos mayores.

Platiqué con algunos consumidores y me decían que estaban contentos con los comedores, porque con poco dinero pueden comer bien.

Me impresionó ver la cantidad de adultos mayores que asisten y, si lo pensamos bien, definitivamente les conviene, ya que muchos están enfermos o viven solos y prefieren ir ahí, a comprar una despensa o ir al mercado y después no poder cocinar.

Pero además esos centros se han convertido para ellos en una especie de centro social, porque llegan desde la mañana y ahí pueden convivir con otras personas, en lugar de estar solos en su casa.

Y es que éste es uno de esos programas en los que la intención de ayudar es lo que los mantiene, porque las señoras que ponen los comedores realmente no tienen ganancia.

Las equipan con todo lo que necesiten y les pagan un salario a las cinco personas que trabajan ahí. Es decir, el beneficio es un empleo, que no es poca cosa por supuesto, pero definitivamente no se van a hacer ricas.

Aunque es un programa federal, en Yucatán lo maneja el gobierno estatal, por lo que pienso que deberían replicarlo en los municipios.

Ya que hablamos de que el objetivo es ayudar a la gente, no puedo pensar en algún lugar en donde los necesiten más que en el interior del Estado, en donde la principal necesidad de la gente siempre es encontrar la forma de mantener y darle de comer a la familia.

Y si lo completan con menús equilibrados que integren comida regional, a la que la gente está muy acostumbrada, sin duda sería una gran forma de ayudar.

Si no me equivoco, llevan dos meses funcionando, y aunque hasta ahora el panorama se ve bien, sin duda deberían pensar en hacerlo sustentable, quizá completarlo con huertos orgánicos que la misma comunidad mantenga y surtan a los comedores, hasta que sean responsabilidad completa de la gente y el gobierno ya no tenga que intervenir.

En otros temas, le recomiendo ampliamente que vaya a ver la exposición de Dalí que está en el Olimpo. Aproveche que hay visitas guiadas, a mí me tocó un joven llamado Miranda que nos explicó exhaustivamente (tardamos dos horas) cada cuadro de la exposición. Otra que vale la pena es la de Miró, en el Macay.

Sin duda Mérida ya es una capital muy cultural y es un privilegio que tengamos accesos a obras tan importantes como éstas. Vale la pena ir un sábado al centro, entrar al Macay, hacer el recorrido guiado a la Catedral y terminar con la exposición del Olimpo. Una tarde cultural de la que no se va a arrepentir.

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