El PAN quiere reinventarse, pero la historia no parece seguirle la corriente. Y es que suponen que para recomponerse basta con la elección de líderes vía los militantes y no la dirigencia enquistada. Sobre todo cuando, con todo y las transformaciones emanadas de la Asamblea Nacional, es muy probable que en medio del caos y la decadencia Madero se mantenga en el poder. Entendiendo que los liderazgos se fueron al caño (Chepina ni quiso opinar sobre el encarcelamiento de la Gordillo), por lo menos deberían de poner a Patylu para cambiarle.

Lo único que le hace falta al PAN para acabarse de desprestigiar es recurrir a Roberto Palazuelos para encabezar sus campañas, como ha hecho la Cruz Roja. Está uno tranquilo cuando suena el teléfono solo para experimentar una forma no suficientemente estudiada de terror con la voz con papa caliente de este personaje mientras habla a nombre de una institución humanitaria. A la otra van a reclutar a Laura Bozzo, desgraciado. Algo que solo puede ser comparado con la señora Legarreta y el señor Araiza haciendo campaña electoral amarillenta, histérica y tenebrosa a la salud del PVEM.

Como sea, la misma persona genial que decidió que el llamado Diamante negro, versión sobre tostada de Luis Miguel, inspiración de mirreyes y papaloys, era idóneo para solicitar el apoyo de la sociedad para la Cruz Roja, debería asesorar a Acción Nacional para que busque a algún personaje de sonada reputación para devolverle la confianza de los votantes. Esa que se extravió al dilapidar 12 años en Los Pinos con narcoguerra incluida.

Pero siendo la situación francamente desastrosa en el PAN, quizá deberían recurrir a un vocero de la dimensión de sus urgencias: Nicolás Maduro, heredero de Hugo Chávez. Él podría ganar la benevolencia del pueblo al explicar que la debacle del PAN se debe a la inoculación de un cáncer político, como al Comandante, un plan de la CIA para imponer al PRIcámbrico temprano, pero que gracias a la influencia del presidente Chávez en el cielo —se sabe que influyó para que Bergoglio llegara a Papa— renacerán de sus cenizas como Venezuela lo hará si Obama impide el atentado contra Capriles. Parece más creíble que el discurso de Peña afirmando que Pemex no se privatiza. El outsourcing dirá si vive.

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