Actitud... divino tesoro

Una mala actitud contagia las almas buenas de su entorno y termina pudriendo nuestro ambiente de trabajo, e incluso, de nuestra vida.

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Toda mi vida he profesado que es mejor siempre una buena actitud que una buena aptitud. Estamos claros que en las empresas ambas son importantes, pero definitivamente una mala actitud en una persona puede permear en la demás gente a su alrededor. Se convierte como en un tipo de enfermedad que contagia a las almas buenas de su entorno y termina pudriendo nuestro ambiente de trabajo, e incluso, de nuestra vida. 
Cuando buscas gente que integre tu equipo de trabajo pon en tu lista de prioridades que tengan una buena actitud, y créeme, verás la diferencia abismal de tus resultados. 

Te menciono 5 tipos de personas que debes evitar contratar para integrar tu equipo:

1.- El arrogante.-  Primero en la lista por ser el “todopoderoso”. El que todo lo sabe, todo lo puede. Este personaje por su falta de sencillez nunca aprenderá de sus errores y siempre buscará culpables antes de asumir su responsabilidad. No sabe trabajar en equipo.

2.- El negativo.- Llamado también quejumbroso, pues nunca está de acuerdo con nada y todo se le hace imposible y difícil. Nunca estará a favor de los cambios e innovaciones en tu empresa, pues eso le causa molestia. Fastidia e incomoda a los demás.

3.- El flojo.- El adjetivo lo dice todo. Este nunca tendrá ganas de hacer nada e incluso pudiera ser impuntual a su llegada. Pierde mucho el tiempo en acciones poco importantes y no se enfoca en lo que tiene que hacer realmente para poder terminar su trabajo y dar resultados.

4.- El problemático.- Mejor conocido como “el grillero”. Además de buscar pretextos por no dar los resultados, se expresará mal de todo el personal a su alrededor, incluyendo su jefe inmediato o el dueño de la empresa. Le dedica mucho tiempo al chisme y a juzgar a las personas.

5.- El sentimental.- Este tipo de persona no puede controlar ni su ira, ni su molestia, ni su tristeza. Todo le daña a él directa o indirectamente. Todo lo toma personal y supone en demasía cosas que le hacen pensar son por él y para él. Normalmente se victimiza de los sucesos.

Si evitas contratar personas que contengan este tipo de características, lograrás una empresa y un equipo de alto rendimiento que trabaje en un ambiente de trabajo sano, próspero, tranquilo y con paz y armonía. Por eso digo: Actitud… divino tesoro.

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