En un reporte especial sobre desintoxicación tecnológica publicado la semana pasada, Milenio Novedades revela que la Encuesta Estatal de Adicciones 2014 arroja que el 8.3% de los habitantes de Yucatán tienen un uso problemático o adicción al teléfono celular; calculando que la población del estado es de casi dos millones, la cifra rondaría en cerca de 160 mil personas con adicción al aparato telefónico.

Apenas el año anterior dicho estudio advertía que el próximo reporte se incrementaría en Yucatán como sucedió. Además, el estudio revela que 8 de cada 10 personas tiene un celular y el 40% cuenta con acceso a internet.

Los riesgos que se corren con el uso excesivo de los celulares van desde trastornos del sueño, dependencia y situaciones de riesgo, hasta problemas en las relaciones personales, dolor en la nuca, en el pulgar, sordera, síndrome del túnel carpiano y el ojo seco, trastornos psicológicos como el cibermareo, el síndrome de la vibración fantasma, mala postura corporal y nomofobia (miedo irracional a estar sin el smartphone).

Gabriela Bastarrachea Sosa, titular de la Clínica de Atención Integral a la Adolescencia  y a la Violencia Familiar del Hospital O’Horán, advierte que en 4 de cada 10 consultas diarias que atiende los padres se quejan por el excesivo uso del celular de sus hijos. Revela que en sus historias clínicas destaca que 90% de los adolescentes tiene celular con el que acceden a internet, le dedican tres horas seguidas y lo usan todo el día.

Entre las recomendaciones de nuevo se vuelve a repetir: establecer reglas de uso y horario de los aparatos, promover actividades  con los hijos, no darles un teléfono hasta que tengan cierta madurez mental (13 años o más), etc.

Por cierto, resulta que la delegación estatal de la Procuraduría Federal del Consumidor creará la Subprocuraduría de Telecomunicaciones ante el incremento de quejas por mal servicio en el área de telefonía celular (en primer lugar), telefonía fija y televisión de paga.