Que llama la atención que en las últimas semanas se han registrado varias fugas de niñas y jovencitas de sus casas para irse con algún varón –su novio o alguien que conocieron por las redes sociales– y que los especialistas en estos temas consideran que ese fenómeno se debe a que los padres no se preocupan por establecer comunicación con sus hijos o los dejan en plena libertad de acceder a Internet y no revisan las listas de las personas con quienes se relacionan por ese medio, todo lo cual es cierto en la mayoría de los casos, sobre todo cuando los niños saben mejor que los adultos el manejo de las redes virtuales. 

Que otro fenómeno social que llama la atención es el aumento del número de ancianos que se refugian en el alcohol para aliviar la situación de abandono en que los tienen sus familiares, al grado de que en establecimientos como el Centro de Integración Juvenil –cuyo objetivo no es procurar el cuidado de las personas mayores– han destinado personas para hacerse cargo de atender a ese sector de la población. Se señala que este fenómeno es reflejo de la desintegración de las familias y de la pérdida del respeto a los abuelos, antaño ejes articuladores de la vida familiar.
 
Que en círculos priistas se considera dar una respuesta enérgica a señalamientos del alcalde de Mérida sobre los motivos de que no se haya podido ejercer un préstamo de $150 millones autorizado por el Congreso, ya que en realidad la responsable de que aún no se reciban esos recursos es la tesorera Claudia Canto Mézquita y no la ex alcaldesa Angélica Araujo Lara, como denuncia el alcalde Renán Barrera Concha.