Que una de las actividades que con más facilidad y ventajas para ellos mismos desarrollan algunos personajes es la de vestirse con méritos ajenos, sobre todo cuando los dueños de los méritos son modestos y poco proclives a reclamar que los reflectores apunten en la dirección correcta. Casos hay muchos, por ejemplo el de un hombre que es todo educación, cortesía y generosidad.

Es el maestro Ermilo Torre Gamboa, heredero del genio de Juan Gamboa Guzmán, su ancestro. Don Ermilo, cuyo nombre da lustre al Festival Anual de las Artes 2013, junto con los del maestro de la “minificción”, Agustín Monsreal, la actriz Irma Dorantes y la cantante Míriam Núñez, siempre ha sido un personaje sin ínfulas.

No obstante su trayectoria y su reconocimiento nacional e internacional, el maestro Torre Gamboa tiene la humildad de declararse “aprendiz de pintor” y la audacia de concebirse como un “joven de 89 años” con ganas de seguir innovando y creando. Don Ermilo hace mejor todo lo que toca y a las personas que se le acercan. Y no reclama ningún sitio, ni siquiera el que por sus méritos le pertenece.

Que el tema del cambio de sede del Carnaval aún tiene tela de donde cortar. Sociólogos, artistas, políticos y otras figuras de la escena estatal consideran que detrás de la decisión del alcalde Renán Barrera Concha no estuvo precisamente el interés por el bien común sino la idea de favorecer a determinados sectores. Los vaivenes del funcionario y su estrategia de dosificar los datos no abonan a la claridad. Lo cierto es que ya es palo dado y sólo queda otorgar al alcalde el beneficio de la duda. Tiene razón Nohoch, a ver qué pasa.