Que los panistas que no encontraron acomodo en el Ayuntamiento de Mérida han emigrado a las burocracias municipales del interior del Estado, tal es el caso de Samuel Furlong Bojórquez y Hugo Adán Gonzalez Crespo, quienes ya cobran en la nómina de Umán.

Que Cecilia Patrón Laviada, directora de Desarrollo Social, bloqueó a Sidney Jacinto López, persona de confianza de Jesús Pérez Ballote, en esa dependencia, por no ser de los suyos. Pérez Ballote aspira a la presidencia del Comité Municipal del PAN en Mérida, y por eso quiere colocar a su gente en puestos clave de la Comuna.

Que  la exregidora meridana panista y exdirectora de Gobernación Lizette Mimenza Herrera regresó a la Comuna, aunque no con un cargo de primer nivel, ya que apoya a la secretaria del Ayuntamiento, María Dolores Fritz Sierra. En la Comuna meridana ya hay muchos preocupados porque las medidas de austeridad van en serio.

Que  parte de la burocracia del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana teme una ola de despidos. El personal fue sujeto a una serie de interrogatorios de los consejeros, quienes indagaron sobre quiénes fueron los padrinos que los metieron a trabajar, cómo entraron y si rendían cuentas a alguien, registrando su antigüedad para calcular qué consejeros los habían apoyado y, específicamente, si eran gente del ex secretario ejecutivo Hernán Vega Burgos.