Apenas descansó un poco de su victorioso tour del regreso a París, Florence Cassez comenzó a abrir la boca. Y para abrir boca acusa al director de la AFI en 2005 y secretario de Seguridad Pública federal entre 2006 y 2012, Genaro García Luna, de querer asesinarla.

Independientemente de la seriedad de estas y otras acusaciones contra García Luna, el gobierno mexicano y la vida institucional de México, valdrá siempre recordar algunas cosas. Por ejemplo, que las tres personas que estaban en el rancho de Israel Vallarta, el novio de Florence, sí fueron secuestradas. Ezequiel Elizalde el 4 de octubre de 2005 y Cristina Ríos y su hijo Christian el 19 de ese mes. Eso no es un invento ni un montaje. La AFI los rescató. Más allá del montaje de García Luna, estaban secuestrados y una fuerza policiaca los liberó.

No estaría por demás, tampoco, revisar la puntualidad narrativa de la primera declaración ministerial de Vallarta, el 9 de diciembre. Es muy parecida a la versión oficial del calderonismo, aunque, es cierto, él apunta que Florence “no estaba enterada de las personas que tenía secuestradas dentro de mi casa, ni participó en ninguno de los secuestros que he narrado”.

Existe también esta llamada grabada de Vallarta a Florence (el 8 o 9 de diciembre): “Tú te vas, hice un trato con estas personas (AFI), te van a dejar ir a la embajada, di que perdiste tus documentos y vete a tu país. Perdóname, quise hacerte feliz y no pude”.

Solo para el registro, ahora que Florence ha comenzado a cantar. Y a repetir en francés y español que ella es la buena en medio de los malditos