Al rescate del PAN
El rescate del blanquiazul requiere mucho más que una tregua de las fuerzas beligerantes, el conflicto de dos fuerzas, no debería arrastrar al partido.
El rescate del PAN es tarea urgente. Interesa a los panistas y también a los no panistas. En el país se ha consolidado un régimen plural dominante tripartidista que cubre el espectro de representación de un país muy diverso en sus regiones y socialmente heterogéneo. La tarea de rescate del PAN solo atañe a los panistas y requiere mucho más que una tregua de las fuerzas beligerantes. Lo que deben evitar a toda costa es que el PAN en su totalidad se polarice; el objetivo inicial es que el conflicto se limite a las dos fuerzas en pugna, que esa lucha no arrastre al conjunto del partido.
El PAN hizo desaparecer de su diccionario la palabra reconciliación; las purgas alcanzaron a un dirigente nacional que llevó al PAN a la Presidencia y amenazan al expresidente Fox, quien cada día que pasa se distancia más del PAN. Seguramente hay heridas irreparables, pero también diferencias y agravios que de no atenderse se sumarán al inventario de los problemas que amenazan al partido. El expresidente Calderón ha sido causa y, por lo mismo, también debe ser solución. Los suyos son leales guerreros y lo que hacen: atacar a Madero, al Pacto o a Peña Nieto, ocurre porque creen que así defienden a su líder, amigo y promotor.
Hay muchos prestigiados e influyentes panistas que se han mantenido al margen del enfrentamiento. Es natural que después de la derrota se actualicen los resentimientos reales o imaginarios, pero es crucial que estas voces con generosidad hagan valer su autoridad e influencia para asegurar más que una tregua, un plano de acuerdo para la reconstitución del PAN en su nueva etapa y circunstancia.
Las elecciones del 7 de julio no deben considerarse aval o condena para alguien. El desenlace de los comicios deberá apreciarse como un elemento a valorar sobre los retos y perspectiva del partido. Asimismo, las querellas no deben inhibir a la dirigencia de participar activamente en la agenda de negociación sobre temas fundamentales para el país, en los que el partido tiene posición. El rescate del PAN es hacer de éste lo que siempre ha sido, una fuerza fundamental para el bien de México.