No será fácil la sucesión del gobierno en México, considerando la experiencia que estamos viviendo.

Los futuros gobernantes tendrán que ser alquimistas o caeremos en el caos. Tendrán que cambiar la  forma de gobernar que actualmente se ejerce en México, y protagonizar ese giro inminente que ya se está iniciando y  no podrá detenerse por ninguna vía; la flecha ya salió del arco, el destino es un país diametralmente distinto, con ciudadan@s de primera, gobernados por ciudadan@s de primera. Los mismos que somos, pero después de la metamorfosis que viviremos de hoy en adelante, hasta asumir la posición que nos corresponde en nuestros diferentes roles.

Con o sin marchas, plantones, ni actos vandálicos, la flecha ya fue soltada y el destino no puede ser otro que un país mejor, con mujeres y hombres mejores.

Los aspirantes a gobernar tendrán que ser verdaderos alquimistas, para convertir lo que es en lo que debe ser México; sin mayor daño, siguiendo la inercia de desarrollo. Transformar las formas de gobierno actuales en otras que realmente sirvan a una nación nueva en su pensar y actuar. Tendrán que ser políticos experimentad@s, que estén enterad@s  perfectamente de lo que se hace en las altas esferas del gobierno, para saber qué y cómo  hacer las cosas de manera totalmente diferente, casi en un acto de magia sin trucos, con inquebrantable fe y confianza.

Estos hombres y mujeres existen en México, en la política, la empresa y  la educación, un@s experimentad@s por los años y otr@s iluminad@s por su sentido común que es el menos común de los sentidos.

Nosotros l@s conocemos y l@s tratamos con regularidad, son michoacan@s, hidalguenses, tabasqueñ@s o yucatec@s  que tendrán que asumir su papel con total patriotismo y lealtad a su nacencia para ser firmes timoneles en este cambio de 180 grados que dará el país.