Alto oficio de Videgaray en el paquete económico
Es cierto que esta Ley de Ingresos no vino acompañada de una subida de impuestos, y no se trazó más que una ruta conocida en las variables macroeconómicas
Relució el alto oficio político del nuevo secretario de Hacienda con la aprobación en el Congreso de la Ley de Ingresos. Para Luis Videgaray representó un triunfo significativo, porque varios paquetes económicos en el pasado experimentaban atorones dolorosos y vivían difíciles horas de negociación antes de su aprobación. El propio Videgaray se dijo muy satisfecho con los senadores y diputados, e incluso habló del “amplio consenso” con que la votaron.
Es cierto que esta Ley de Ingresos no vino acompañada de una subida de impuestos, y no se trazó más que una ruta conocida en las variables macroeconómicas, pero no es cualquier cosa que para el primer año de gobierno el presidente Peña ya tenga garantizado de dónde saldrá el dinero para sus programas de arranque.
El secretario de Hacienda no pierde el tiempo. El viernes aprovechó el nombramiento de Jaime González Aguadé como nuevo presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para reiterar que ha arrancado una nueva era en matera de crédito para potenciar el crecimiento. Se refirió a las reglas de Basilea III: “Hay que reconocer que México será uno de los 10 países que integran el G20 que a partir del 1 de enero tendremos el sistema, las reglas de Basilea III ya en vigor o entrando en funcionamiento, y esto sin duda coloca a México en una posición de gran fortaleza y gran credibilidad”.
Un tema que tendrá que atender a más tardar en los siguientes meses el propio Videgaray es el salario de los servidores públicos. ¿La razón? El salario de los directores de área, directores generales, subsecretarios y secretarios ha caído alrededor de 50 por ciento en términos reales en los últimos diez años, debido al doble efecto de la inflación acumulada y al congelamiento de los mismos. Y el anuncio de Peña Nieto de rebajar en cinco por ciento estos salarios cayó como balde de agua fría entre muchos burócratas de alto rango. Se sabe, incluso, que varios personajes de alto perfil rechazaron cargos en el gabinete porque el dinero no les alcanzaría para pagar la colegiatura de sus hijos.
Y empieza otra semana clave, ahora para el Presupuesto de Egresos de la Federación. Viene la parte difícil, la del reparto del dinero.