Son importantes los programas desarrollados por las autoridades para impulsar acciones encaminadas a mejorar la infraestructura verde de nuestra ciudad, ya que es un compromiso mundial que las ciudades tienen que ser cada día más verdes; sin embargo, el complemento necesario para el éxito de estos programas es el compromiso de toda la sociedad, de cada ciudadano, de participar activa y continuamente en apoyo y enriquecimiento de estas acciones.

En este proceso de mejorar la infraestructura verde es necesario establecer criterios que todos respetemos para mejorar las condiciones medioambientales de todas y cada una de las viviendas; en vez de podar árboles dentro de nuestros predios, todos deberíamos sembrar y cuidar árboles propios de nuestra región.

Pero no basta con eso; si queremos una mejor Mérida, insistamos todos en tener un transporte público eficiente y amigable, y comprometámonos todos a mejorar la gestión y reúso de los residuos que generamos; nuestro compromiso superior debe ser la mejora de la calidad de vida de todos, sumándonos a los compromisos globales para hacer frente a los grandes desafíos del medio ambiente a los que se enfrenta la humanidad, como el cambio climático y la producción de energías limpias.

Muchas ciudades en el mundo ya han adosado sus planes de desarrollo a una apuesta permanente en pro del medio ambiente, habiendo ciudades que evolucionan a modelos de crecimiento con un abastecimiento de energía renovable, con un transporte público que se abastece de hidrógeno y un suministro de energía para todos a partir de fuentes geotérmicas, hidráulicas, eólicas y solares.

Para ello tenemos que, antes que nada, lograr la concientización y el compromiso de todos los ciudadanos para reducir sus consumos de todo: suelo, infraestructura, energía, etc., evolucionando a una ciudad con menos coches y en la cual todos produzcamos buena parte de la energía que consumimos. Si queremos vivir mejor, nuestro compromiso debe ser actuar en beneficio de nuestra ciudad y su medio ambiente, ya que la unidad en la búsqueda de una mejor Mérida no es sólo de pensamiento, sino de actitud, actitud global. Si actuamos todos con una visión compartida, vamos por buen camino. Comencemos.