Apellidos mayas extintos
Algunos apellidos se perdieron desde hace mucho tiempo debido a que sólo lo llevaban algunas familias; otros están en vías de extinción.
Con excepción de la península yucateca que conserva en gran medida sus antiguos apellidos mayas, en todo el resto del país los apellidos son abrumadoramente españoles o europeos de muy antigua o reciente importación.
Ralph Roys, en su estudio sobre los nombres personales de los mayas de Yucatán (1940), analiza el origen lingüístico de los apellidos que aparecen en las listas de tributarios de fines del siglo XVII, así como en las Crónicas de Calkiní, Chicxulub, Yaxkukul, entre otros documentos. Ahí vemos apellidos que se perdieron desde hace mucho tiempo, debido a que sólo lo llevaban algunas familias; otros están en vías de extinción.
Entre estos apellidos podemos encontrar algunos raros como Pitz (pits) jugar a la pelota; Akhol o Cumux (kumux), ambos de origen incierto, hallados sólo en Cozumel.
Como era de esperarse, imperan los patronímicos que derivan de animales: Balché (ba’alche’) genérico de animal; Cho (ch’o’), ratón; Uech (wech) armadillo; Bil cierto perro lampiño Canis caribaeus; Cucab (ku’ukab) ardilla; Chikil (chi’ikil) coatí o pizote; Mazum (máasum) derivado de máas, grillo; Mucuy (mukuy) tórtola; Sak (sáak’) langosta; Pes (pes) tejón macho; Chuy (ch’úuy) gavilán, alzar; Tzul (tsul) perro acuático, foca; Dzidz (ts’its’) pezuña, pata.
Apellidos que derivan de árboles, plantas y frutos: Cih (kih), agave; Chalá (chalha’), una planta Parthenium schottii; Masté (maste’) chile rancio; Tuc (tuk) yuca, planta liliácea, palma; Peu (pew) variedad temprana de maíz; Tux (tuux), pepita de algodón, hoyuelos en las mejillas, encontrado en Chapab, Yucatán; Kumun (k’umun) cosa tierna o sagrada, fruta verde.
Tomados de elementos de la naturaleza: Choben (ch’oben) tierra colorada para pintar; Ha (ha’) agua, lavar; He (he’) huevo, abrir; Xaman, el norte, viento o estrella del norte; Xuch, cisterna o vaciadero natural.
De objetos y cosas diversas: Pauó (pawo’) talega, morral de red; Pib (píib) horno subterráneo y lo así cocido; Pix (piix) vaina, cobertura; Uex (weex) quizá taparrabo; Cochuá (kochwaj) nuestro alimento-pan, abundancia; Yix (ix) óxido; Cal (kaal) pescuezo, abertura estrecha; Uakal (wáak’al) cosa saltada o reventada.
También aparecen patronímicos de números como Bolom, nueve, hallado en el área chontal; o Hun, número uno. Y varios de etimología desconocida como Cayut; Chayax (chayax) apellido itzá; Chuán sólo hallado en Sahcabchén; Kayac (k’ayak) encontrado en Hunucmá; Kok (k’ok’) hallado en Cacalchén.