El entrenador Héctor Mendieta Valle se encuentra delicado de salud, pero el gobernador  Rolando Zapata Bello le echará  la mano para que reciba atención médica inmediata.

Sin embargo, Carlos “Pescado” Sosa, presidente de la Asociación Yucateca de Boxeo Aficionado, señaló que en el Hospital T-1 del IMSS le negaron la atención a Mendieta.

Se ha mostrado la solidaridad en el gremio de los mánagers de Yucatán, toda vez que el veterano mentor Jorge “Fito” Jiménez alzó la voz  y de inmediato acudieron sus colegas para gestionar el apoyo para el ex campeón mosca del Estado.

Mendieta es el encargado del Centro de Alto Rendimiento de Boxeo en Valladolid y al sentirse mal regresó a Mérida para que ayer fuera atendido en el Hospital  T-1 del IMSS, pero allá le negaron la atención.

Son pocos  los managers veteranos que continúan enseñando a jóvenes y, en algunos de los casos no cuentan con algún seguro médico, por lo que las autoridades municipales o gubernamentales deberían crear alguna clase de seguridad social para  los veteranos hombres de la toalla que han formado  jóvenes talentos de la fistiana yucateca y no han sido recompensados con cuando menos un homenaje.

No se olviden de los que han dejado escuela como el mismo  “Fito” Jiménez, Antonio “Zorrito” Franco Moo, Adriano “Babe” Tzuc Mendicuti, el profesor Julio César Marrufo, entre otros.

Por cierto, el director del IDEY, Juan Sosa Puerto, ordenó que supervisen todos los gimnasios de boxeo del Gobierno de Estado.

Precisó que dichas instalaciones  son para los jóvenes que quieran entrenar boxeo de manera gratuita, por lo  que si sorprenden a un entrenador cobrando una cuota por entrenar a jóvenes, de inmediato será dado de baja.

En esta columna comentamos las irregularidades que se suscitaron por supuestas licencias expedidas por una comisión de boxeo de Progreso, pero las salidas médicas tenían el sello del DIF de la Fidel Velázquez.

Culparon a una doctora que estampó  su firma y supuestamente  selló dichas salidas médicas.

El manager  “Platanito” Arjona  precisó que la doctora, cuyo nombre no se nos proporcionó, no obró de mala fe y mucho menos como integrante de la “comisión” de Progreso, fue una labor altruista porque los púgiles que fueron examinados son de escasos recursos económicos y aún son de 4 raunds.

Aquí nunca hemos dudado de la honradez del “Platanito”  porque sabemos que está haciendo una buena labor entre los jóvenes de la Fidel Velázquez alejándolos de las drogas y del alcohol, inculcándolos a la práctica del boxeo.

Hasta ahí todo está bien, lo malo, es que se demostró que la supuesta “comisión de boxeo” progreseña no tiene pies ni cabeza, toda vez que carece de un servicio médico que pueda checar a los pugilistas profesionales.

A insistencia del columnista y mostrando humildad, el “Platanito” reconoció que las licencias de sus peleadores las recogieron en una clínica veterinaria por el norte de  la ciudad.

Entonces, el que fue como presidente  de la “comisión de boxeo” de Progreso reside en el vecino puerto de Mérida.

Nos gustaría que el director de Deportes del Ayuntamiento de Progreso (hijo de nuestro amigo el ex lanzador de los Leones de Yucatán Juan Carlos Uribe  Manzano) nos explique por qué razón expidió un nombramiento  sin que le hayan presentado una planilla en la que debe estar incluido un jefe de los servicios médicos, pieza importante  para salvaguardar  la seguridad y vida de los pugilistas.

Estamos seguros que el joven dirigente deportivo fue sorprendido, pero debe asesorarse de gente de ese puerto que alguna vez se calzaron los guantes o que presidieron la comisión de boxeo porteña.