Una apuesta inteligente
El nuevo Sistema Integral de Transporte Urbano (Situr) para Mérida y su zona metropolitana es una gran apuesta y el reto será lidiar con viejos lobos de mar como los dueños de las empresas y sindicatos transportistas.
El nuevo Sistema Integral de Transporte Urbano (Situr) para Mérida y su zona metropolitana es una apuesta de gran envergadura, que hace el Gobierno del Estado para ahora sí y muy en serio tomar por los pitones el gravísimo (permítaseme la hipérbole) problema del servicio urbano de pasajeros.
Quienes somos usuarios del “camión” o de la “combi” sabemos cuánta leña lleva el dulce y lo hemos padecido durante decenios.
Hemos visto cómo planes van y planes vienen y el problema, en vez de resolverse, ha crecido hasta tomar proporciones medibles en megas. Es un caos, para decirlo rápido.
Por ello, cuando el gobernador Rolando Zapata Bello dio a conocer a detalle todo lo que se proyecta hacer para que la ciudad y sus municipios conurbados cuenten con un servicio moderno, eficaz y eficiente, puntual y predecible, ecológica y financieramente sustentable, fui de quienes lo aplaudieron de pie y con las dos manos.
Tarea de cíclope (y no porque sólo tenga un ojo) le espera al director del Transporte, Humberto Hevia Jiménez, quien deberá lidiar con viejos lobos de mar como los dueños de las empresas y sindicatos transportistas –huesos duros de roer- y con los “usos y costumbres” que se han establecido como cáncer en las arterias, venas y vasos linfáticos de esa maraña inescrutable que son las rutas, y también con nosotros los usuarios que en eso de generar desorden no lo hacemos nada mal.
Confiamos, sin embargo, en que Humberto, por su buena salud política y por la nuestra física y mental, saldrá adelante. Tiene capacidad de sobra y una cualidad muy valorada: la ecuanimidad, y una buena mano izquierda.
De todas las premisas señaladas en el proyecto del Situr que presentó el gobernador, tres me parecen fundamentales: será moderno, con rutas bien definidas y permitirá que quienes arriesguen su dinero en esa empresa tengan una ganancia justa, proporcional a su inversión. Es un tema de ganar-ganar.
Toca ahora a nosotros, los de a pie, hacer nuestra parte para que todo se haga conforme a lo planeado. Que el niño Dios dé fortaleza y ánimo al amigo Humberto. Los va a necesitar.