Aquí estoy, no me escondo de nadie, dice Marcelo
Marcelo respondió sin rollos que sigue viva su precandidatura en el PRD, aunque esperará las decisiones sobre cómo serán finalmente los comicios.
Aquí estoy, no me estoy escondiendo de nadie, pregúntame lo que quieras, me dijo para abrir boca ayer por la mañana Marcelo Ebrard. Llegó con un Starbucks mediano y de muy buen humor.
Pregunté aquí la semana pasada que en dónde estaba el ex jefe de Gobierno del DF, a quien no veíamos desde mediados de marzo, cuando estalló la crisis en la Línea 12 del Metro que algunos quisieron reventarle en la cara. Y me comprometí a buscarlo para saber si aún le interesaba contender por la presidencia del PRD, cosa que por esos días yo dudaba. O si era cierto que se iba a Morena, versión que yo suponía falsa. O si estaba en tratos con el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, partido que lo recibiría con los brazos abiertos.
Marcelo respondió sin rollos que sigue viva su precandidatura en el PRD, aunque esperará las decisiones sobre cómo serán finalmente los comicios y el grado de participación del INE. Recalcó que su proyecto es de oposición, no de coalición con el gobierno. Fue categórico al expresar que no tiene nada que ver con Morena (me quedó la impresión de que tampoco tiene ganas de acabar en el mundo lopezobradorista). Sobre el Movimiento Ciudadano afirmó que cuenta con buenos amigos ahí, pero que no lo han invitado ni ha pedido que lo inviten. La Línea 12 no lo despeina.
Marcelo, pues, no se irá a hibernar, a dormir una larga temporada en una cueva. Se le ven ganas, luce en forma, trae una ironía sofisticada para tratar los “temas serios”. Y al parecer un claro entendimiento de que la política es, antes que cualquier cosa, asunto de voluntad y resistencia.