Cuando se anda a salto de mata entre dos ciudades, uno puede observar la evolución artística entre yucatecos residentes y exiliados para contrastarla y, desde luego, dejar constancia de los nuestros que dan la nota alta en materia cultural sin importar la latitud de la que se trate. Tal es el caso de que en noviembre varios paisanos tomaron por asalto la Ciudad de México para dar muestra del arte emanado de esta tierra de lajas ardientes.

El 20 del pasado mes, Víctor Pavón (alias Lescdo), nacido en Chetumal pero formado y educado en Mérida, lanzó su primer álbum “Away” para plataformas digitales. El disco de experimentación sonora fue producido por la disquera Mext Label y consiste en una recopilación musical que abarca de 2003 a 2016, masterizada en los Estudios Toy Factory, con Giorgio Reni como ingeniero y Rafael Cuevas como productor.

Dos días después, el martes 22 para ser exactos, tuve la oportunidad de asistir al estreno de “Jig variations”, de Alejandro Basulto, cuya composición consta de una obra para guitarra y orquesta que se estrenó con la interpretación de la Orchestra of the Swan en el Palacio de Bellas Artes, siendo parte del concierto denominado Love’s Labour’s Lost, en homenaje por los 400 años de William Shakespeare y con David Curtis en la batuta.

Asimismo, el jueves 24, Lizette Abraham formó parte del binomio de artistas que presentó “Contexturas, implosión y explosión”, ante numerosa concurrencia que asistió a la galería Cultura Colectiva, en la colonia Roma de la capital del país. Junto con el francés Grégory Gaydu, exhibió una muestra de su obra más reciente, donde algunas de las fotos que colgaban de las paredes incluso han recibido reconocimientos este 2016.

Finalmente, el viernes 25, pude asistir al Teatro El Granero, donde Conchi León -la dramaturga y actriz yucateca más reconocida internacionalmente-, presentó “Del manantial el corazón”, obra de su autoría que aborda la maternidad, la pérdida de los hijos y el sincretismo cultural en las tradiciones mestizas. Su temporada termina el 18 de diciembre.

Ante lo anterior, no cabe duda de que muchos no son profetas en su propia tierra: la fuga de talentos continúa bajo las narices de las instituciones culturales que, ciegas como están, continúan oteando el horizonte en busca de faisanes y venados saltando las albarradas de su indolencia. Al margen de ello, celebro a estos yucatecos que son la verdadera vanguardia cultural de nuestro Estado, tan ingrato con los suyos y tan dócil con los extraños…