El Atlante, 100 años en el futbol y el cine mexicano
Aún no no existe un equipo que pueda mantener a sus aficionados pese a sus derrotas constantes, por el simple amor a su escudo y colores como lo ha hecho el equipo azulgrana.
Hoy en día existen muchos equipos con recursos financieros ilimitados, que pueden comprar grandes jugadores, adquirir aficionados mercenarios, crearse una imagen de gran escuadra, pero todavía no existe un equipo que pueda mantener a sus aficionados pese a sus derrotas constantes, por el simple amor a su escudo y colores como lo ha hecho Atlante.
Los prietitos del Atlante, surgieron en los llanos de la calle de Sinaloa en la colonia Condesa de la Ciudad de México, cuando aquella zona era popular. Gente trabajadora y dicharachera, que trabajaba como obreros y comerciantes, provenientes de familias humildes, cuya tradición data de septiembre de 1916, año en que Los Potros de Hierro fueran fundados por los hermanos Refugio y Trinidad Martínez.
A lo largo de la historia, el equipo azulgrana ha protagonizado momentos dorados en cintas mexicanas que a continuación mencionaré.
‘Alante' en el cine mexicano
Empecemos pues con los ídolos azulgranas, entre los que no podemos dejar de lado al fabuloso Juan Carreño Sandoval, mejor conocido como el Trompo. De los primeros ídolos de la afición atlantista, el primer jugador mexicano en marcar un gol en Juegos Olímpicos en 1928, el primero mexicano también en anotar un gol en Copa Mundial FIFA en 1930, que tuvo lugar en Uruguay y quien fuera campeón de goleo Liga Mayor 1931-32 con Atlante FC.
A pesar de sus logros en el futbol y de que vivió muchas anécdotas porque le encantaba la fiesta, al Trompo Carreño nunca lo invitaron a participar en el cine, sin embargo, a otro gran personaje de la familia atlantista que si lo llevaron al frente de las cámaras fue del cine nacional fue al gran Horacio Casarín, un símbolo para todo aquel azulgrana de corazón, quien interpretó en la cinta “Los hijos de Don Venancio” (1944), al lado del multifacético Joaquín Pardavé, (quien dirige, actúa y escribe), el personaje de Horacio Fernández, un futbolista orgullosamente envuelto en la camiseta azulgrana, aquella casaca tradicional que tantos recuerdos trae a la mente de los atlantistas.
“Pardavé, quien protagonizaba a un padre gachupín con hijos mexicanos, era fanático del Asturias, pero en la cinta descubrió su inclinación por los Prietitos (del Atlante): “Soy mexicano puesto que le voy a Atlante”, dijo don Venancio. Había obtenido su carta de naturalización, porque ser atlantista era ser mexicano. La moraleja de la película” , según palabras de José Manuel Núñez, hijo del expropietario de los Potros de Hierro, el general Núñez, en una entrevista a El Universal.
Cabe destacar que echando un ojo al recuerdo cinematog
ráfico, no vamos a encontrar otra camiseta de futbol que aparezca más ocasiones y en más situaciones dentro del cine mexicano que la del Atlante, por el enorme vínculo que significan sus colores con el vulgo, no por nada fue llamado El Equipo del Pueblo y así se mantiene hasta la fecha.
Otro filme de la época que retrata un clásico Asturias vs Atlante es “Una gallega en México” (1949), filme dirigido por Julián Soler y protagonizado por Niní Marshall y Joaquín Pardavé, en el cual nos narra la historia de un mercado popular y el amorío que ahí se da, entre una inmigrante gallega y un comerciante mexicano.
En cuanto a la relación con el Atlante, el filme retrata algunas secuencias del estadio Asturias (que hoy en día es un supermercado ubicado a un costado del metro Chabacano), donde se enfrentan en la grada los protagonistas por su afición, una al Asturias Marshall) el otro (Pardavé) al Atlante.
De fondo se escucha retumbar una porra azulgrana: 1, 2, 3, chiquitibum a la bim bom ba, chiquitibum a la bim bom ba; a la bio a la bao a la bim bom ba, Atlante, Atlante, ra, ra, ra. Un gol atlantista hace explotar los ánimos entre los enamorados antagónicos, que terminan reconciliándose tras la victoria azulgrana, lo cual sirve de contexto para el desenlace de la película.
Una obra cinematográfica que explota el recurso de la picardía mexicana , es “La Pulquería” (1981), considerada dentro de la etapa del prolífico (aunque bastante satanizado) cine de ficheras. El filme fue dirigido por Víctor Manuel Castro y narra la historia de un lugar de encuentro popular-citadino, al que confluyen personajes bizarros de tinte surrealista, incitados por el consumo del elixir nacional: el pulque.
Ahí encontramos a La Corcholata, una alcohólica dicharachera que se dedica a pedir limosna, interpretada magistralmente por Carmen Salinas, Gerardo (Jorge Rivero), que es el galán de lana que tiene problemas de impotencia sexual y enamorado de su psiquiatra-desnudista, materializada por Sacha Montenegro. El diablo interpretado por Alfonso Zayas aparece para componer las cosas en ese mundo de cabeza.
Sin embargo, el encanto azulgrana de este filme se lo aporta otro teporochín de La Pulquería, llamado El Ayates, personificado de una manera fantástica por Rafael Inclán, un atlantista de corazón, que muy a pesar de que a lo largo del filme no se hace mención de ello, su perro Onasis, un animal fiel a su dueño, que durante todo el filme aparece luciendo la playera de los Potros de Hierro del Atlante. El can bebe pulque junto con su dueño y se mimetiza entre ese espacio festivo y de camaradería.
También en 1981, “La Golfa del barrio”, protagonizada por Sasha Montenegro y dirigida por Rubén Galindo, es otro filme donde se muestran algunas secuencias en las que aparece la actriz -que posteriormente se convertiría en la esposa del Presidente José López Portillo- portando una hermosa camiseta azul y grana, de las de rayas gruesas, en el Estado Azteca, presenciando un partido del glorioso Atlante.
En la cinta, cuyo guión le pertenece a Carlos Valdemar y Rubén Galindo, basado en el folletón Ladronzuela, de Yolanda Vargas Dulché, actúan Sasha Montenegro, Eduardo de la Peña Lalo el Mimo, Susana Cabrera, Anaís de Melo, Jorge Reynoso, Gustavo Rojo y Wanda Seux.
Ya en 2004, la magia azulgrana se proyectó de una forma más evidente en el personaje principal de “El Mago”, cinta escrita y dirigida por el cineasta atlantista Jaime Aparicio, quien además es profesor del Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM.
El largometraje participó en más de 30 festivales alrededor del mundo y “obtuvo el Zenith de Oro a la Mejor Ópera Prima en el Festival de Cine del Mundo de Montreal del 2004; el Mayahuel de Plata a Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz en el Festival de Cine de Guadalajara del 2005 y el Premio Guerrero a Mejor Director y Mejor Película que otorga la prensa acreditada en el mismo certamen” .
Decía pues que el protagonista del filme, un mago callejero llamado Tadeo es una de las figuras más representativas de las películas que tienen que ver con la imagen atlantista proyectada en la pantalla grande mexicana. El tipo es un atlantista de corazón, observa con pasión los juegos del Atlante y añora un pasado en el que convivió con su familia (todos ellos atlantistas).
La camiseta azulgrana aparece en muchas a lo largo del filme, engalanando una historia que tiene tintes lúgubres por la situación que guarda el protagonista, quien decide mejorar su entorno y saldar las deudas que tiene con la vida desde muchos años antes, usando la magia para conseguirlo.
El largometraje fue protagonizado por Erando González, Julissa, Maya Zapata y Juan Ángel Esparza.
Los primeros 100 años de historia que reflejan la cultura popular mexicana retratada por el cine nacional, aunque particularmente nacido en la Ciudad de México, la identidad del Equipo del Pueblo ha sido reconocida en todo el territorio nacional.
3 Carrillo, L. (Noviembre 18, 2008). Platica Jaime Aparicio de El mago. Julio 22, 2015, de Corre Cámara Sitio web: http://www.correcamara.com.mx/inicio/int.php?mod=noticias_detalle&id_noticia=613