Aumentos decembrinos

Como sucede religiosamente cada año, el periodo vacacional decembrino viene acompañado con una tradicional tasa de inflación...

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Como sucede religiosamente cada año, el periodo vacacional decembrino viene acompañado con una tradicional tasa de inflación que despega en el último mes del año debido a la vorágine consumista y la mayor cantidad de efectivo circulante.

Este diciembre no fue la excepción, y de hecho según datos del INEGI la inflación reportada en la primera quincena del mes fue ligeramente superior a la del año pasado, llegando al 0.40 por ciento de inflación general, aunque en particular fueron algunos servicios y productos los que por presiones económicas sufrieron un aumento de precio.

En cuanto a los productos de la canasta básica en los que se observó un incremento notable en los precios destaca el huevo, el jitomate, la calabacita y la carne de res y cerdo, entre otros, aunque también hubo aumentos de precios en combustibles como el gas LP y en el costo de renta de viviendas.

Por otra parte, con la llegada de la temporada alta los precios en el transporte aéreo y paquetes turísticos también se colocaron a la alza, aunque este es un fenómeno ampliamente conocido en la industria turística.

En su reporte, el INEGI señala que la inflación anual ponderada fue de 4.19 por ciento en este 2014, mientras que en el 2013 estuvo por debajo de esa cifra, en el rango del 3.86 por ciento, aunque se prevé que en los últimos días del año aún se observe otro incremento.

Y es que de acuerdo con los expertos, este aumento estuvo por encima de lo estimado ya que los analistas económicos anticiparon una inflación el 0.34 por ciento en el índice de precios, estimación que se quedó corta con la dura realidad.

Cabe señalar que el porcentaje de inflación anual es prácticamente similar al aumento autorizado al salario mínimo, que fue de un 4.2 por ciento, aunque en realidad esto no significa que el poder adquisitivo del salario se mantenga.

Porque en los hechos, el aumento a productos básicos como combustibles y alimentos se dispara muy por encima del incremento salarial, ya que un kilogramo de carne de res cuesta más que el salario mínimo diario.

Lejos de las cifras y frías estadísticas, la realidad del aumento en el costo de vida se mide en las calles, donde las personas cada vez realizan celebraciones navideñas más austeras para minimizar costos.

En Chetumal, por ejemplo, la cantidad de casas con adornos navideños ha ido en decremento sobre todo por los altos costos de luz, mientras que las casas de empeño lucen largas filas de pignorantes que van a empeñar joyas o electrodomésticos para afrontar los gastos de la cena de Nochebuena y del fin de año.

La cereza en el pastel se verá en enero, cuando el primer y único “mega gasolinazo” del año entre en vigor, provocando una avalancha de aumentos.

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