Recorro Davos y escucho a grandes inversionistas, grandes empresarios, grandes banqueros decir la palabra wow sobre México. Es tan importante este wow que no tenemos que creerlo, sino que tenemos que trabajar aún más para asegurarnos de que salga bien”, me contaba desde Suiza, Alejandro Valenzuela, director general de Grupo Banorte. 

El banco por segundo año abrió una oficina dentro de Foro Económico Mundial que se hace en medio de esta ciudad. La razón es atraer y acompañar a inversores que quieran apostar a México. 

“A mí en lo personal eso de mexican moment nunca me gustó, porque un momento es algo efímero que va y viene, a mí me gusta la transformación de un país que cambia y que cambia para bien”, agrega. 

Este es un buen termómetro sobre el interés internacional en México, las reformas que dispararían inversiones y el potencial de crecimiento del PIB (ahora en casi 4% anual). Este año, él y Guillermo Ortíz están teniendo una agenda ajustada de entrevistas con inversionistas. “Tenemos hasta 15 reuniones diarias. Es impresionante este año”, agrega Valenzuela. En 2013 este número fue menos de la mitad, lo que les dejaba más tiempo libre para escuchar las ponencias del Foro. 

Si bien gran parte de las citas es con empresarios interesados en los sectores que se detonaron con las reformas (como infraestructura, energía, telecomunicaciones), hay un enorme abanico de intereses con respecto a México.

“Acabo de tener una entrevista con un muy importante empresario de Pakistán que solo quiere saber cómo hace para invertir en nuestros país. Estamos pensando en cómo acercarnos a centros financieros en Oriente como Dubái o los Emiratos”, agrega el directivo. 

Enrique Peña Nieto aprovechó este viaje para anunciar el desembarco de inversiones para el país por 7 mil mdd, pero para Valenzuela y su equipo no es una locura pensar que tras la implementación de las reformas al país lleguen inversiones anuales superiores a los 50 mil mdd. 

Al terminar la entrevista, Valenzuela iba a escribir el discurso para la Cena Mexicana que realizarán en Davos para un grupo granado (dentro de lo ya exclusivo de la convocatoria) de 400 empresarios e inversores que tendrán un espacio de networking poderoso al ritmo de los mariachis y con la comida mexicana que Banorte importó por unos días a Suiza.